Lula da Silva busca el relanzamiento de Unasur con la Cumbre de Brasilia
Estarán con él 11 jefes de Estado y de gobierno menos la presidenta de Perú, Dina Boluarte, quien ha sido objeto de críticas por parte de sus colegas de Colombia, Bolivia y Venezuela.
“Brasil está de regreso”. Este es el lema del nuevo momento de las relaciones diplomáticas de Brasil para el segundo gobierno de Luis Inacio Lula da Silva y ese es el mensaje que este martes le transmitirá el mandatario brasileño a sus homólogos suramericanos reunidos en Brasilia.
Lula —que busca ser mediador de paz entre Ucrania y Rusia y que le dio un nuevo impulso al bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) llevando a Dilma Rousseff, expresidenta brasileña y mujer de confianza, a ser la jefe del banco multilateral de esa alianza— ahora sube la batuta para afinar las destempladas cuerdas de la diplomacia regional.
Estarán con él 11 jefes de Estado y de gobierno menos la presidenta de Perú, Dina Boluarte, quien ha sido objeto de críticas por parte de sus colegas de Colombia, Bolivia y Venezuela. Boluarte estará representada por su primer ministro Alberto Otálora y su canciller Ana Cecilia Gervasi.
“La idea es retomar el diálogo y la cooperación con los países sudamericanos. Identificar denominadores comunes. La región tiene capacidades que serán claves en el futuro de la humanidad, como son los recursos naturales, agua, minerales, área para la producción de alimentos. Una agenda concreta de cooperación puede ser iniciada inmediatamente”, dijo la embajadora Gisela Figueiredo, secretaria para América Latina y el Caribe de la Cancillería brasileña.
A la mesa en Brasilia estarán sentados los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Luís Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Guillermo Lasso (Ecuador), Irfaan Ali (Guyana), Mário Abdo Benítez (Paraguay), Chan Santokhi (Surinam), Luís Lacalle Pou (Uruguay) y Nicolás Maduro (Venezuela).
El mandatario venezolano visita a Brasil por primera vez en ocho años, luego de haber sido vetado por el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), en medio de la política de aislamiento internacional liderada por Washington al cuestionar la legitimidad de la reelección de Maduro en 2018.
Maduro dijo que llevará a la reunión su pedido de que se "solicite al gobierno de Estados Unidos el levantamiento de todas las sanciones contra Venezuela".
Y su colega Lula da Silva le siguió la línea con la siguiente frase: “Maduro conoce muy bien la narrativa que han construido con respecto a Venezuela sobre un autoritarismo, la antidemocracia, esa narrativa ustedes la tienen que deconstruir mostrando su propia narrativa para que la gente cambie de opinión”.
Uno de los primeros en responder al mandatario brasileño fue Juan Guaidó, quien lo acusó de revictimizar al pueblo venezolano al negar la situación dentro de Venezuela.
“Olvida a los asesinados, a las víctimas, la destrucción del amazonas y a los millones de migrantes. Actitudes negacionistas de jefes de estado son aval para que individuos como Maduro sigan actuando con impunidad”, escribió Guaidó en su cuenta de Twitter.
En tanto, Human Rights Watch (HRW) también repudió las palabras de Lula. “Como con Ucrania, Lula debería entender que si quiere que Brasil tenga un rol de liderazgo frente a Venezuela debe empezar por un diagnóstico acertado -y no falseado- de la realidad. El autoritarismo en Venezuela no es una ‘narrativa construida’. Es una realidad incuestionable”, señaló en sus redes sociales Juanita Goebertus, Directora de la División de las Américas de la organización.
¿En qué quedó UNASUR?
Un encuentro entre los líderes suramericanos no ocurría desde 2014 en Quito, durante la cumbre de Unasur.
Creada en 2008 por el mismo Lula da Silva y el venezolano Hugo Chávez para contrarrestar la influencia norteamericana en la región, la Unión de Naciones Sudamericanas fue criticada durante años por algunos por tener un sesgo izquierdista.
Y luego de triunfos conservadores en las urnas, inestabilidades políticas internas y las desavenencias entre países por la crisis venezolana, el bloque quedó prácticamente paralizado, sin presupuesto y sin sede.
Actualmente solo siguen en Unasur: Bolivia, Guyana, Surinam, Venezuela y Perú -que nunca lo abandonaron-, además de Brasil y Argentina, que regresaron este año.
Un nuevo mecanismo de integración "puede funcionar de manera diferente", dijo Lula.
Pero sin discusiones técnicas previas, el encuentro será "meramente simbólico", afirma Eduardo Mello, internacionalista de la Fundación Getulio Vargas.
"Hay problemas estructurales, la región pasa por crisis políticas y económicas desde hace más de una década, y los principales proyectos de desarrollo económico suramericanos fracasaron", agrega el internacionalista.