Hace ocho años Nicolás Maduro no viajaba al sur del continente. En enero, tuvo la intención de llegar a Buenos Aires para la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), pero según la versión del gobierno venezolano, había riesgos para garantizar su seguridad en momentos en que aún la Justicia estadounidense tiene abierta una orden de captura en su contra por narcoterrorismo.
Pero fue el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quien le ofreció a Maduro la tranquilidad de estar en territorio amigo y sentarse con sus colegas suramericanos para hablar del rumbo regional. Un diálogo donde la situación venezolana tuvo el primer plano. Y otra vez, quedaron relegados asuntos como el cambio climático, la integración energética y el comercio.
Llegaron con la promesa de un diálogo a puerta cerrada, distendido y honesto. Y así fue y de ello dieron cuenta los presidentes Gabriel Boric de Chile y Luis LaCalle Pou de Uruguay. Boric, de izquierda, y LaCalle, de centro derecha, alzaron la voz sobre la situación venezolana, de la cuál dijo Lula “es una narrativa construida” sobre la anti democracia y el autoritarismo.
A pesar de la reserva del encuentro, LaCalle Pou en un video selfie grabado en la plenaria le respondió a su colega brasileño. “Si hay tantos grupos en el mundo que están tratando de mediar para que la democracia sea plena en Venezuela, para que se respeten los derechos humanos, que no haya presos políticos, lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo. Pongámosle el nombre que tiene y ayudemos", dijo el mandatario uruguayo mirando de frente a Maduro.
El gobernante venezolano también violó la reserva de las deliberaciones. Difundió por la televisión pública venezolana su declaración, en la que apeló al juicio de la historia para responder a su colega uruguayo. “Esperemos el juicio de la historia más allá de las narrativas, como decía Lula, de las narrativas que se han impuesto sobre Venezuela con el poder más brutal que jamás se haya ejercido contra un país”, respondió.
Maduro se refiere así a las medidas internacionales contra su Gobierno para presionarlo hacia la plenitud democrática que reclaman los venezolanos: al menos 900 sanciones desde los Estados Unidos y Europa que habrían causado más de 150.000 millones de dólares en pérdidas en los últimos años.
Pero el juicio de la historia del que habla Maduro lo sienten en su andar los miles de migrantes venezolanos que caminan por las fronteras latinoamericanas. Con esa imagen en la mente, habló el presidente de Chile, Gabriel Boric, en una rueda de prensa al finalizar las deliberaciones de la cumbre.
“No es una construcción narrativa, es una realidad, es seria. Y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y en el dolor de cientos de miles de venezolanos que hoy día están en nuestra patria y que exigen también una posición firme y clara respecto a que los derechos humanos deben ser respetados siempre y en todo lugar, independiente del color político del gobernante de turno”, agregó Boric.
La retórica de Boric la reafirman los datos. La Asociación Venezolana en Chile estima que unos 700.000 venezolanos entraron en Chile en los últimos años, huyendo de la crisis en su país, y el 35 % lo hicieron de forma irregular por peligrosos pasos no habilitados.
Petro, el garante
Si Lula le ofreció la seguridad de Brasilia a Maduro para acudir a la cita suramericana, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se convirtió en el garante para avanzar en el diálogo político dentro de Venezuela, una tarea que en palabras del propio presidente venezolano tiene a Petro “muy comprometido”.
“Pronto voy a recibir un grupo de Cancilleres de los países participantes en el diálogo de Bogotá que me llevan un mensaje y nosotros queremos avanzar hacia un diálogo incluyente de fortalecimiento de la Democracia venezolana, de fortalecimiento del diálogo interno, de la paz de Venezuela”, dijo Maduro a la salida de la cumbre, abriéndose paso entre una nube de reporteros que lo esperaban.
¿Cuál es el mensaje del grupo de Cancilleres y cuándo y dónde lo recibirá Maduro? Aún se desconocen las circunstancias para esa próxima cumbre y el presidente Petro no habló del tema con los periodistas, aunque mantuvo un encuentro privado con su homólogo venezolano del que salió un acuerdo para buscar e identificar a las víctimas del paramilitarismo asesinadas en Venezuela, según la declaración del antiguo jefe de las AUC, Salvatore Mancuso, ante la Jurisdicción Especial para la Paz.