La oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha considerado "muy alentadora" la sentencia del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil que reconoce el derecho histórico de la población indígena sobre sus tierras ancestrales, ya que un fallo en sentido contrario habría tenido "graves consecuencias" y agravado las "injusticias históricas" sufridas por estas comunidades.
Los jueces tumbaron lo que se conoce como 'marco temporal', una doctrina por la cual los indígenas sólo tendrían derecho a las tierras habitadas en 1988, fecha de adopción de la actual Constitución. Pese a que la ONU considera que la sentencia es "esencial", también asume que "por sí sola no basta" para proteger los derechos de estas poblaciones, como ha apuntado portavoz del Alto Comisionado de Derechos Humanos, Marta Hurtado.
La portavoz ha recordado que el Supremo aún debe determinar posibles indemnizaciones para las tierras adquiridas "de buena fe", por lo que confía en que haya una "rápida resolución". Asimismo, ha pedido que no se impida al acceso de los indígenas a sus tierras históricas.
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Hurtado ha reclamado "una política activa y sistemática" que permita proteger a los pueblos indígenas de la violencia, "también de la violencia perpetrada por quienes invaden ilegalmente sus tierras", como quedó demostrado en la escala de ataques contra la comunidad yanomami en Roraima para favorecer la explotación de recursos naturales.
Por otra parte, ha expresado su "preocupación" por un borrador de ley que está ahora mismo tramitándose en el Congreso y que busca establecer la misma restricción temporal rechazada por el Supremo.