Indígenas Nasa Yuwe: una apuesta por la paz desde sus tradiciones ancestrales
Un ritual ancestral de los indígenas Nasa Yuwe es la siembra del ombligo, una práctica cultural que hace parte de su tradición como manifestación de arraigo a su tierra y cuidado de sus saberes, algo que se resisten a olvidar. Transmitiendo a las generaciones venideras estas y otras prácticas ancestrales, la comunidad pretende promover la paz en su territorio e implementaron la cartilla ‘Cuidemos la memoria de nuestros ancestros’.
“Cuando la madre tiene a su bebé pide que le entreguen la placenta, el médico tradicional le hace unos remedios espirituales y de ahí se entierra al lado del fogón para que cuando el niño crezca y se vaya a conocer las culturas occidentales, luego retorne a nuestro territorio. Eso es lo que hacen nuestros ancestros para podernos identificar como pueblo Nasa”, explica Eisenhower Ramos, consejero mayor del resguardo Triunfo Cristal Páez, de Florida, Valle.
La mayora tradicional de salud, Enelia Mestizo Ramos, dice que los indígenas tienen algunas plantas que usan primero para la armonización del cuerpo, y después toman bebidas calientes de plantas como el limoncillo, el eucalipto y también las infusiones de jengibre y limón, con las cuales purifican el aire que les entra a los pulmones y así previenen enfermedades respiratorias. La mayora asegura que con la transmisión de estos saberes a los jóvenes indígenas se procura construir la paz desde sus territorios.
Para el rescate de las tradiciones del pueblo Nasa, la consejería de Educación y Cultura desarrolló la cartilla ‘Cuidemos la memoria de nuestros ancestros’, al interior de sus 70 páginas se recopila la sabiduría de los mayores, lenguaje Nasa Yuwe y prácticas culturales; porque este pueblo quiere la paz y la paz se construye con el reconocimiento del valor y respeto de la identidad indígena.
“Se ha recopilado todo lo que es origen del pueblo Nasa, se recogió todo lo que son las prácticas espirituales para que sepamos de dónde es que venimos, en dónde estamos y para dónde vamos”, explicó Eisenhower satisfecho de la labor de su comunidad.
Uno de los principios de la cultura Nasa es el amor por la tierra, los saberes y la familia, donde la construcción de paz se fundamenta en la enseñanza, en el amor por la naturaleza, la unidad familiar y la esperanza de un nuevo sol cada mañana.
“Una de las quejas constantes de las comunidades indígenas es la falta de inversión social en sus territorios, falta de oportunidades académicas a nivel superior y el atropello que sufren por causa de la industria que vulnera sus reservas naturales; situaciones que han generado migración reiterada de los jóvenes indígenas hacia las ciudades en busca de un futuro diferente al de sus tradiciones ancestrales, que es fortalecer sus talentos y trabajar por sus comunidades”, añadió Ramos.
La regulación de la protección de los derechos de los pueblos indígenas a nivel internacional deriva de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada en el año 2007, que en su artículo 13 establece que:
“Los pueblos indígenas tienen derecho a revitalizar, utilizar, fomentar y transmitir a las generaciones futuras sus historias, idiomas, tradiciones orales, filosofías, sistemas de escritura y literaturas y atribuir nombres a sus comunidades, lugares y personas, así como a mantenerlos.
Los Estados adoptarán medidas eficaces para asegurar la protección de ese derecho y también para asegurar que los pueblos indígenas puedan entender y hacerse entender en las actuaciones políticas, jurídicas y administrativas, proporcionando para ello, cuando sean necesario, servicios de interpretación u otros medios adecuados.
Sin embargo, la realidad en muchos territorios es que las lenguas indígenas y sus costumbres siguen desapareciendo y la responsabilidad de los colombianos es ayudar a preservar las tradiciones de nuestros ancestros.
