Este viernes, al término de una reunión con los embajadores de América Latina y el Caribe, el presidente electo, Gustavo Petro, envió un mensaje a los grupos armados ilegales en Colombia. El mandatario aseguró que espera que termine lo antes posible, el denominado “plan pistola” por parte del Clan del Golfo.
“Al Clan del Golfo se le posibilita un desmantelamiento pacífico y en esa medida empoderarse, demostrar fuerzas matando a policías que son jóvenes, que no tienen ninguna responsabilidad en los problemas del país, no es el camino: es plantear de frente una política de pacificación, que es difícil, pero hay que plantearla, porque tiene que ver con otra manera de plantear el narcotráfico. Suspendan la muerte, el camino es la vida”, manifestó.
Además, el mandatario electo aclaró que al momento no existe contacto con dichos grupos ilegales, pues argumentó que considera que el contacto debe ser judicial, pues dijo: “la instancia de gobierno no es la adecuada porque no es una negociación política”.
Detalló que en el caso de que lleguen a existir beneficios en las negociaciones, serán jurídicos con compromiso y con garantía de no repetición.
Por otro lado, Gustavo Petro se refirió a las relaciones con Venezuela que se reanudarán desde el próximo 7 de agosto, dijo que aún se estudia la posibilidad de que el exsenador Armando Benedetti sea embajador de Colombia en el vecino país.
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“Se está estudiando. Todavía el canciller Álvaro Leyva tiene el trabajo de escoger embajadores. Algunos ya se han escogido, como el de Estados Unidos…Vamos a abrir relaciones hacia África, hacia el mundo árabe, fortalecer los lazos con Europa y mantener una buena relación con los EE.UU., no dejar que la conflictividad mundial, en crecimiento con China y con Rusia se convierta y haga parte de nuestro territorio”, puntualizó.
Otro de los temas que explicó el presidente entrante fue la reanudación de diálogos con el Eln, esto ante el reciente ofrecimiento de Chile de ser sede. Afirmó que el plan inicial es que Cuba se mantenga como sede de dichas negociaciones.
“El Gobierno de Cuba será el que diga si quiere mantenerse como anfitrión”, aseguró.
Finalmente, Petro se refirió al proceso de empalme con el gobierno del presidente Iván Duque. El futuro mandatario calificó como “grave” el estado presupuestal del país, indicando en modo de metáfora que no le dejaron “la olla raspada”, sino que “no le dejaron olla”.