Los grandes pasos de María Jimena para alcanzar sus sueños
“Para mí no ha sido ningún impedimento afrontar la vida, porque gracias a Dios he contado con el apoyo de mi familia y de mi mamá que ha sido alguien fundamental durante toda mi vida”
Así describe su existencia María Jimena López Jácome, una mujer oriunda del corregimiento de Aguas Claras zona rural del municipio de Ocaña. Nació con una condición llamada acondroplasia, que la hace una persona de baja estatura, pero esto jamás se convirtió en un impedimento para hacer grandes cosas.
Es de carácter bien definido y con altas metas, siempre tuvo claro que debía ser una profesional para poder brindar a su mamá una mejor calidad de vida, sin embargo, las injusticas que a diario recibían por ser de baja estatura o ser de un pueblo la llevó a convertirse en abogada. Siendo profesional inició la tarea de encontrar un empleo y es en este proceso donde descubre que para las empresas importaba más su tamaño que sus conocimientos. “Encontrar empleo es difícil y más si eres una persona pequeña. Viví situaciones muy feas mientras buscaba trabajo -dijo María Jimena-. En una entrevista de trabajo me hicieron parar y apenas se dieron cuenta que soy de baja estatura, se sorprendieron y me dijeron ´ay, usted es una persona de baja estatura´ mi respuesta fue, si señora yo soy de baja estatura, pero eso no es ningún impedimento para ejercer mi carrera como abogada”.
Al darse cuenta que fue rechazada por su condición de acondroplasia, decidió emprender una campaña algo particular, a través de su Twitter publicó un video en el que de manera formal y respetuosa como ella misma manifiesta, pide al presidente de la republica Iván Duque, que por favor la ayude con un trabajo que se adapte a su perfil profesional. El video publicado el 17 de febrero pronto alcanzó miles de reproducciones, comentarios y compartidos. “He asistido a diferentes instancias con el propósito de solicitar una oportunidad laboral de acuerdo a mi perfil profesional, pero siempre se me cierran las puertas debido a mi condición de acondroplasia” afirmaba María Jimena en su petición.
Su campaña, generó grandes expectativas, sin embargo, la anhelada respuesta por parte del presidente de la República no llegaba, pero ella jamás perdió la esperanza, es así que luego de varios meses su petición obtuvo una respuesta positiva, desde la alta consejería presidencial para personas con Discapacidad fue la contactaron para informarle que trabajaría en dicha dependencia a partir del 28 de junio. “El cargo que voy a desempeñar en la Presidencia de la República es como asesora jurídica en la Alta Consejería Presidencial para las Personas con Discapacidad. Mi expectativa es aprender y dar lo mejor de mi para que todos se sientan orgullosos” recalcó. Vea acá su intervención.
Una vida llena de retos.
Desde muy pequeña descubrió que estaba destinada a vivir como los demás niños de su edad. Con el paso de los años, su baja estatura se hacía más evidente, manifiesta que veía a los otros niños “estirarse” mientras ella seguía siendo pequeña, la situación pudo bajar su autoestima, no obstante, siempre lo vio muy normal. Afrontar esta realidad nunca fue una tarea difícil ya que en su entorno contaba con el mayor ejemplo del significado de enfrentar las adversidades.
“Mi infancia fue perfecta, compartía con mis amigas, jugábamos a las escondidas a la peregrina (golosa), al ponchado. Tuve una infancia muy linda gracias a Dios, Como mi mamá también es de baja estatura, yo la veía a ella por lo que para mí siempre ha sido normal ser de baja estatura. En el colegio los profesores y compañeros de clase fueron bastante amables conmigo y en la universidad fue lo mismo, siempre he contado con el apoyo de mis compañeros y de mi familia para salir adelante” recalcó.
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Desde su nuevo cargo, velará para que se reduzca la discriminación a las personas con discapacidad y que estas tengan igualdad de condiciones en el acceso a la educación, salud, pero sobre todo, que puedan desarrollarse como profesionales en cualquier área ya que considera que “es una injustica de la vida que lo rechacen a uno debido a su condición de discapacidad, eso no es ningún impedimento porque el conocimiento se mide por inteligencia, no por estatura, ni por centímetros, o porque esté en muletas o en una silla de ruedas”.
