De Ramón Hoyos se han dicho muchas cosas: que fue el primer ‘escarabajo’ colombiano, que ganó cinco Vueltas a Colombia, que fue campeón de la Vuelta a Puerto Rico, que fue uno de los primeros ciclistas nacionales en correr en unos Juegos Olímpicos, que llegó a vencer a corredores de la talla de Fausto Coppi y Hugo Koblet, que fue la fuente de inspiración de catorce capítulos escritos por Gabriel García Márquez con su biografía en El Espectador y que el mismo Fernando Botero pintó un cuadro en su honor.
Todo lo que he dicho, sin excepción alguna, es ciertísimo. Esas, y muchas cosas más, hacen parte del rompecabezas de la historia de este héroe del ciclismo colombiano. Cada pedalazo suyo, cada trofeo o medalla, cada amuleto de un país extraño al que fue a competir, cada fotografía, tiene una historia detrás.
Es esa la razón por la cual, el 25 de marzo de este año, la Casa de la Cultura de Marinilla, Antioquia, instaló, en uno de sus salones, un museo en memoria de Ramón Hoyos con gran parte de su colección privada de objetos, objetos que son, en el fondo, recuerdos de triunfos para muchos inolvidables. Aquí una galería de fotos, anécdotas y memorias audiovisuales de uno de los ciclistas más grandes de la historia de Colombia: