Las comunidades Karicachaboquira y Bacuboquira del pueblo indígena Barí, en Catatumbo, con apoyo institucional, se unieron para construir un bohío ancestral (casa comunal) en el Resguardo Catalaura, del municipio de La Gabarra, con el objetivo de preservar su cultura y fortalecer sus tradiciones transmitidas de generación en generación.
La construcción del bohío, considerado la mayor obra material que produce esta etnia y que determina la organización social de la comunidad, beneficia directamente a 75 familias, unas 500 personas de la comunidad de Karicachaboquira, y 30 familias de 160 personas de la comunidad de Bacuboquira.
En el desarrollo de esta iniciativa la Cruz Roja Colombiana y la Cruz Roja Noruega se vincularon con el aporte de materiales y elementos de construcción; y la Agencia de Renovación del Territorio -ART- realizó acompañamiento técnico en todo el proceso, asignando a un ingeniero para verificar el avance de la misma. Entre tanto, la comunidad del resguardo dispuso la mano de obra no calificada y materiales obtenidos de recursos naturales propios del lugar.
Este proyecto se desarrolló en tres momentos: el primero fue de reconocimiento del lugar y socialización; un segundo momento, de monitoreo de avance de la iniciativa; y el tercero, de entrega de la ejecución total de la construcción.
“Así se dio cumplimiento a una iniciativa plasmada por las comunidades indígenas en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, que permite demostrar el compromiso del Gobierno Nacional para continuar la articulación y lograr la ejecución de las iniciativas PDET, promoviendo el desarrollo sostenible de la región Catatumbo”, dijo Yamile Rojas Estupiñán, coordinadora de la ART subregión Catatumbo.
Por su parte, Lizet Contreras, coordinadora local del Proyecto Fortaleciendo Comunidades para la Paz, liderado por la Cruz Roja Colombiana y la Cruz Roja Noruega, explicó que “han venido acompañando a las comunidades en las líneas de educación, salud y reconciliación. Esta última hace referencia a la resignificación de espacios que permite la articulación con las iniciativas PDET para la construcción del Bohío, mediante el cual se busca rescatar valores y fortalecer las tradiciones culturales del pueblo indígena”.
Contreras explicó que fue la misma comunidad Barí la que propuso la construcción de esta casa ancestral, a la que se le asignaron 29 millones de pesos invertidos en las herramientas, ollas comunitarias para alimentar a los trabajadores y otros gastos adicionales.
“Este Bohío es diferente, pues fue construido con elementos materiales autóctonos en el que se evidencia el conjunto de dos instituciones (Cruz Roja Colombia y ART) y la comunidad para adelantar proyectos que permiten conservar la cultura de todo un pueblo”, expresó Contreras.