Los rituales funerarios y las diferentes formas de asumir la muerte expresan los aspectos culturales, sociales y económicos de las civilizaciones que habitan el planeta desde tiempos milenarios.
La Parca, la Huesuda, la Pelona, la Hermana Muerte, con infinidad de nombres como teorías en torno a la figura de la muerte, una cita con la que todos los seres deben cumplir y que siempre ha generado cuestionamientos en el hombre desde el principio de los tiempos.
En estos rituales se concentran una cantidad de símbolos y signos que dan evidencia de la organización social y económica de las culturas, pero, sobre todo, de los significados que los pueblos le han dado a esta etapa de culminación de la vida.
Por eso, existe la cultura funeraria: artistas que se dedican a estudiar a los pueblos desde sus relaciones con la muerte. Tal es el caso de Nariño, donde un grupo interdisciplinar, liderado por la artista Eddy Cabrera, pionera en el arte funerario en el mundo, propone sus obras y sus investigaciones desde las artes plásticas, música, danza, poesía y realizan una exposición colectiva.
Ella es nariñense, radicada en la capital colombiana, quien se dedica a estudiar estos rituales para comprender y analizar lo que los pueblos milenarios recorrieron y hoy en día pervive como el resultado del encuentro de los mundos que ha llevado a fusionar prácticas.
Es gestora del proyecto 'Arte, Sociedad y Muerte', un proceso de investigación que, según la artista, “nace como una necesidad de tener contacto con la temática de la muerte a raíz de experiencias personales y la manera de rendir homenaje a nuestros difuntos desde el arte”.
Desde el año 2009, Eddy Cabrera ha dedicado su vida a nutrir este proyecto que une a los artistas del mundo que trabajan el tema de la muerte a través de la Red de Artistas Funerarios, de la cual es fundadora, ganando así convocatorias a nivel mundial que le ha permitido exponer su obra investigativa en diferentes encuentros internacionales como Brasil, Estados Unidos, México y próximamente Turquía.
Con su visión artística, Eddy organizó un grupo interdisciplinar, conformando así el primer equipo artístico nariñense que trabaja su obra en torno a la muerte: en las artes plásticas, la maestra Ana Tumal; en la música, el maestro Jairo Palchucan; y Jessica Díaz, en la poesía.
A partir de la obra rinde “homenaje a los difuntos y entender la muerte con otro lenguaje, un lenguaje artístico expresivo que permita la alegría y tenga en cuenta la melancolía, la resignificación de la vida misma a través de esa melancolía y la resiliencia desde una vida fragmentada para muchos seres humanos”.
"Entender a la muerta viva"
Entender el proceso del lenguaje funerario en Colombia y en América Latina es “tratar de entender a la muerte viva, cerca de nosotros y que cada momento nos llama”. Ello “nos permite existir y decide que no seamos parte de la existencia”.
“La vida es un ritual completo que viene al nacer y al morir, en la vida todo es un ritual que se complementa en la despedida y en la apertura es cuando nacemos, el cuerpo sonoro somos, en el momento que se genera palabra se genera armonía y lenguaje”, expresa el maestro Jairo Palchucán, integrante del colectivo.
A través de este proyecto de investigación, Eddy busca la concientización y el entendimiento de la vida plena, buscando un buen morir, entendiendo el ciclo de la vida y la muerte a través del arte, “contextualizando los espacios funerarios como escuelas, que nos llevan a entender que los mínimos logros de esta vida son esos últimos alientos que exhalamos al trascender”.
Sus puestas en escena las realiza en los cementerios, lugares donde investiga y explora su contacto con la muerte a través del arte, que le permite asumirla como compañera de vida y que ha sido presentado en diversos lugares del mundo.
Su trabajo ha sido presentado en diversos lugares del mundo y en octubre el 'arte de la muerte' llegará al Congreso XXV Encuentro Iberoamericano de Gestión y Valoración de Cementerios Patrimoniales en Morelia, Michoacán, México, con la presentación del grupo nariñense y la Compañía de Danza Butoh de Puebla México, integrado por los artistas Enríque Bermúdez y Pablo Balbuena, una unión binacional que combinará poesía, música, fotografía y performance.