Por: Natalie Ramos Lamo. Radio Nacional Santander
Cada vez que se acercan las fechas de la independencia, los santandereanos recuerdan cómo, pese a que varios héroes y heroínas eran de este departamento, la historia y el país aún están en deuda con el reconocimiento que les corresponde a sus antepasados.
Los redescubrimientos de la Batalla del Pienta, así como la reconstrucción de los últimos pasos de Antonia Santos en Socorro, empiezan a darle otro sentido a la historia de la independencia y un reglón a Santander dentro de este capítulo.
“Entre el 4 y 7 de agosto ocurrían en escenarios distintos las luchas decisivas para la independencia de la Nueva Granada”, relata el historiador Gerardo Martínez.
Mientras en el municipio de Charalá, 80 hombres armados que se disponían a llegar a Boyacá con el general Antonio Morales, enviado por el libertador, animaron a unos 3 mil civiles de esta región para que impidieran el paso del Ejército Realista que venía de Socorro. Días después en Boyacá, Simón Bolívar y su guardia lograron derrotar a los españoles.
En la Batalla del Pienta un poco más de 300 personas cayeron el 4 de agosto de 1819 cuando hombres y mujeres de Charalá, Coromoro, Cincelada, Riachuelo, Belentino y Ocamonte retuvieron y se enfrentaron con piedras, garrotes y machetes al gobernador de la provincia de Socorro, Lucas González, considerado el más sanguinario de la Colonia Española.
El enfrentamiento inició desde el puente que atravesaba al río Pienta. Desde allí los militares de González atacaron a quienes se veían en la plaza, parque principal y calles del pueblo. Eran los refuerzos que avanzaban hacia Boyacá para robustecer las filas del militar José María Barreiro, enviado por Pablo Morillo, para impedir que Bolívar lograra la independencia de la Nueva Granada.
Fueron tres días de enfrentamientos en los que, según Martínez, “fue una batalla totalmente desigual. Las señoras de pueblo calentaban agua y aceite para atacar así desde los entechados a los soldados españoles”.
Pero todo esto tuvo validez cuando a la salida de Lucas González de Charalá con sus hombres por Duitama, se encontraron con un emisario que les notificaba la derrota de Barreiro y el triunfo de Bolívar.
“Ha sido el desconocimiento en los libros de historia y del Estado sobre el papel protagónico de los charaleños que, a diferencia del puente de Boyacá, este puente nunca fue restaurado y un día se cayó”, sostiene Edgar Cano, historiador oriundo de Charalá.
Agrega que las condiciones en las que se enfrentaron estos ciudadanos demuestran el espíritu comunero que desde Santander contagió a otras regiones del país para buscar la independencia.
Cano, en medio de su investigación por profundizar sobre este acontecimiento, se encontró con las ruinas de la casona de Rafael Martínez García, personaje ilustre y erudito de la época, y allí una carta del último sobreviviente, Fernando Arias Nieto, comandante de las Milicias de Charalá.
En la misiva Arias Nieto le contaba, entre otras cosas, a su gran amigo Joaquín Gómez, “el dolor que sentía por la masacre de sus paisanos. Cómo se veía a la gente del pueblo correr y gritar, además de algunos detalles sobre el fusilamiento de Antonia Santos”.
Entre líneas la extensa carta narra: “Enfermo y atribulado me encuentro desde hace días, lo que quiero relatarle quizás abra en mi ser la luz y no solo esa libertad conquistada con la vida y las armas de mis paisanos, sino que saqué de mi alma esa desesperación que me embarga y pueda librarme de esas pesadillas que cada noche me atacan con horrorosas visiones. Sabiéndome perseguido por soldados para quitarme la vida”.
Gracias al encuentro del documento se conoció un poco más de la crueldad de la Batalla del Pienta. Para Gerardo Martínez, esto explica la manera como los santandereanos lucharon por la independencia, enviando refuerzos a Bolívar, reteniendo al ejército realista en Charalá, poniendo la semilla de la libertad de toda América en Socorro y protestando por el fusilamiento de Antonia Santos, creadora de las primeras guerrillas de Cincelada y Coromoro.
Para Edgar Cano, la carta además muestra el descontento que generó el asesinato de Santos el 28 de julio en los habitantes de toda la provincia, quienes aún sin armas batallarían a toda cuesta, para que Bolívar lograra ganar en el puente del río Teatinos en Boyacá.
A partir de estos hallazgos los investigadores concluyen que se logra un mayor reconocimiento a esta región, pues este año se logró modificar la ley 1916 del 12 julio de 2018 que reconoció a Charalá dentro de los municipios que hicieron parte de la Ruta Libertadora.
Coinciden en que esto es solo un pequeño avance de lo que le corresponde a los charaleños y santandereanos, pues sin duda alguna sin la Batalla de Pienta, “la balanza se habría inclinado a favor de los españoles, y con toda seguridad, los prisioneros habrían sido Bolívar, Anzoátegui, Soublette, Santander y demás ilustres patriotas, contra quienes Barreiro habría querido fusilarlos de inmediato”.
El próximo 4 de agosto, cuando se cumplen 200 años de la Batalla de Pienta, la Presidencia de la República y la Alcaldía de Charalá organizan actos solemnes y conmemorativos a este hecho histórico.
Desde allí Radio Nacional de Colombia en Santander realizará informes especiales para programas como La Señal de la Mañana, La Onda Sonora, Colombia al Aire y Contacto Directo. Así mismo se podrán escuchar las historias y personajes de la música, la cultura, la gastronomía y las artes de Charalá, a través de El Atardecer regional por los 92.3 FM. Esta visita de la radio pública finalizará con la emisión de Especiales Radio Nacional, desde las 3:00 p.m. de este domingo 4 de agosto.