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Carnaval de Negros y Blancos: música y danza que exaltan la identidad nariñense

La meta para los colectivos, no es solo llegar a su participación en el Canto a la Tierra, además, ser abrir el gran desfile del 6 de enero.

Por: Diego Burgos. Radio Nacional de Colombia Nariño

Cuando en el Carnaval de Negros y Blancos, se habla de los danzantes, se debe retomar al primer grupo que inició con esta tradición, Indoamericanto, considerado el ‘padre’ de todos los colectivos coreográficos que participan en esta fiesta.

Fernanda Chaves de la Fundación Amaru, relata que estos grupos iniciaron hace 25 años como tropas de músicos, y en 1995 se incluyó a los danzantes, teniendo como primer gran colectivo a Indoamericanto.

“Son cerca de 18 colectivos los que se están conformando cada año para vincularse al Carnaval, formando a nuevos artistas, donde se incluyen a los danzantes, zanqueros y los músicos, todos en un solo grupo”, indica.

Poder unificar el ritmo, el vestuario y los pasos que trascienden la senda, no se pueden organizar en un mes, desde finales de enero, cada colectivo se reúne para estudiar la propuesta que propondrán en la próxima versión del Carnaval de Negros y Blancos.

Foto: Sebastián Cabrera.

“Todo inicia por parte del director creativo, que propone al colectivo y de ahí todos lanzan sus ideas, para concretar una sola iniciativa cultural, que se plasma en meses de ensayos, noches en vela para elaborar los vestuarios, es un trabajo de 11 meses 24 horas”, explica Chaves.

La meta para los colectivos, no es solo llegar a su participación en el Canto a la Tierra, además, ser uno de los grupos que abra el gran desfile del 6 de enero.

Música, el sonido ancestral del Carnaval

La esencia del danzante es la música, es cómo lleva su ritmo, cómo cada instrumento le da el compás al baile, ese sonido que aviva el espíritu ancestral de la cultura nariñense.

Pablo Hernández Aguirre, quien trabaja en la composición musical de un colectivo coreográfico hace 28 años, cuenta que durante un año se investiga a partir de la propuesta de danza que tiene cada colectivo y se busca la música más acorde.

Foto: Sebastián Cabrera.

“Uno empieza a transmitir lo que conoce con la instrumentación e interpretación a los jóvenes, y ellos se encargan con su talento de que el espectador se emocione y sienta esa alegría”, sostiene.

Cuenta que el ‘Canto a la Tierra’ nació hace unos 16 años, por el mismo número de colectivos que se conformaron enfocados a la música andina.

No solamente es una composición musical que se debe trabajar durante un año, son siete temas, cada uno de 15 minutos, los que se deben componer por parte de cada colectivo.

“Cada siete kilómetros en la senda se hace el cambio de de tema musical, por lo que se debe trabajar durante el año la condición física de los danzantes, porque deben bailar y tocar algún instrumento musical y con dos o tres minutos de descanso por cada puesta en escena”, comenta Pablo.

Sampoñas, quenas, bombos, shekere y rondadores, son algunos de los instrumentos que los colectivos manejan durante el desfile.

Foto: Sebastián Cabrera.

Danza, la expresión exalta la identidad nariñense

William Alexander Cerquero es danzante y asegura que por medio de esta expresión artística se busca transmitir historias y vivencias de cada uno de los artistas, dejar a un lado que solo son un grupo que busca hacer una presentación en la senda, si no ir más allá.

“Nuestra danza es de sanación, liberación y mostrar que uno se puede olvidar de los problemas que tiene y de la rutina diaria. Con el colectivo Amaru, tuvimos un gran reto este año y es que los 220 participantes pudieran danzar sin importar que toquen un instrumento”, precisa.

Los colectivos realizan ensayos cada sábado y domingo, lo que les permite formar una base coreográfica y les da seguridad de lo que se busca transmitir al público espectador.

Foto: Sebastián Cabrera.

“Estar en la senda es algo único, la preparación que se hace por un año, es el resultado que cada pisada sea un homenaje a la ‘Pachamama’, y tener la oportunidad de conectarse con el público”, manifiesta Cerquero.

Para él, la preparación de un año se ve plasmada durante las cinco horas que dura el desfile por la senda, donde al danzante se transforma y se deleita mirando la alegría del público, que siempre reconoce el arduo trabajo que cada participante realiza.

Los colectivos buscan innovar cada año en tradiciones que se han ido perdiendo, como el rescate de las raíces indígenas por medio de la danza y los vestuarios llenos de color, elementos que enriquecen año tras año la senda del Carnaval de Negros y Blancos.

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