"Simón de la montaña" es el primer largometraje del director argentino Federico Luis, una película presentada en Cannes que obliga al espectador a mirar de frente la diferencia humana, en este caso a un grupo de discapacitados mentales.
La película concursa en la Semana de la Crítica de la edición 77 del Festival de Cannes.
Lorenzo "Toto" Ferro (25 años) encarna a Simón, un chico que traba amistad con esta banda de adolescentes sorprendentes, en una localidad de los Andes.
De aventura en aventura, la cámara va revelando paulatinamente una realidad más compleja de lo que parece, empezando por el propio Simón, una figura intrigante que se mueve perfectamente entre dos mundos.
Un lugar de poder
"Siento que Simón es un poco ese personaje que parece ser un extraño dentro de un mundo en el que todos son distintos a él, pero que esa diferencia no los pone a ellos en un lugar de mayor vulnerabilidad, sino en un lugar de poder", explicó este jueves Federico Luis (34 años) a AFP en Cannes.
Federico Luis empezó a sonar en el cine argentino con "La siesta", un cortometraje presentado en 2019 en Cannes y que luego fue premiado en Toronto y Buenos Aires.
Por entonces era conocido por su nombre completo, Federico Luis Tachella. Con "Simón de la montaña" decidió dejar de lado su apellido paterno, pero no hay ninguna animosidad en esa decisión, asegura.
"Yo amo a mi familia y ellos me aman a mí. Pero simplemente sentí que era dar un paso de independencia. Emanciparme de eso me hacía sentir más libre", explica.
El padre de Federico Luis fue guardameta del club San Lorenzo, su madre es doctora.
La familia vivió una aventura médica, en torno al hijo menor, hemofílico y que necesitó cuidados médicos durante años.
"En mi infancia pasé mucho tiempo en salas de espera de hospitales, por mi madre médica y por mi hermano", recuerda Federico Luis.
La tenacidad de la familia Tachella acabó cambiando la manera como se trataba la hemofilia en Argentina, y ese chico enfermizo acabó transformándose en un matemático y físico, explica con orgullo el director de cine.
"Quizás ahí es donde estas ganas de relacionarme con personas que tuviesen algún tipo de condición particular, física o mental", reflexiona.
"Simón de la montaña" fue creada con jóvenes de una espontaneidad desarmante, con apenas unos cursos de teatro.
La película se abre con un largo plano en la montaña, con viento, todos chillando y riendo, en una escena que es toda una declaración de intenciones del director.
"Creo que vale mucho la pena hacer el esfuerzo por relacionarse con personas que sean distintas a uno, porque de ese modo accedes a lo más lindo que tiene el ser humano, que es su gran amplitud y su infinita complejidad", añade.
"Toto" Ferro, que ya estuvo en Cannes para presentar "El Angel" en 2018, suscribe esas palabras.
"Salir de este rodaje fue un poco como salir de un retiro espiritual", concluye.
"Para mi un rodaje bueno es así, cuando viene alguien o algo y te dice: 'eso que conocías en realidad es un grano de arena". Y añade, apuntando a la playa de Cannes al lado: "Y todo esto está por conocer".