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“Me siento cartagenera”: actriz española Rossy de Palma en el Ficci

En el Festival Internacional de Cine de Cartagena, de Palma fue homenajeada.
Ficci: entrevista con la actriz española Rossy de Palma
Foto: Jimmy Cuadros
Jimmy Cuadros

Si algo caracteriza a la reconocida actriz española Rossy de Palma es su sencillez. Durante su estadía en Cartagena ha sido enfática en la importancia de mantener la humildad si se espera vivir del arte.

“Los artistas vanidosos no son realmente artistas. Y más que artista, yo me considero una todera, una artesana”, aclaró la española durante el conversatorio realizado este viernes en el Centro de Cooperación Española, en el marco del Ficci, festival que le rindió tributo este año.

Esta mujer de 57 años ha encontrado en el mar Caribe una conexión espiritual con el Mediterráneo.

“Yo nací en Palma de Mallorca, pero mi padre, que era del País Vasco, me enseñó algo desde muy niña: eres del mundo. Así que no soy de España, ni siquiera soy de Europa, hoy me siento caribeña, me siento cartagenera”, afirmó quien es considerada una de las principales actrices que ha trabajado con el cineasta Pedro Almodóvar.

Y también ha descubierto en su estancia que las únicas fronteras en las que cree son las gastronómicas.

“Los patacones no se preparan igual en todos lados, y ayer me comí los mejores patacones de mi vida”, contó Rossy de Palma, quien ha participado en más de 60 películas del cine español, italiano y francés.

Reveló además que es la primera vez que visita Colombia y que el Festival de Cine de Cartagena de Indias ya la había invitado unas cinco veces, pero no había podido aceptar.

“Después de la pandemia he entrado como en un Carpe Diem, así que apenas llegó la invitación dije: ‘es ahora o nunca que hay que hacerlo, me voy a Cartagena aunque arda Troya’”, dijo en medio de carcajadas.

Durante una hora y media de conversación con la actriz colombiana Natalia Reyes, directora del Salón Ficci, Rossy de Palma dejó al descubierto su gusto por el tarot. “Estamos en luna llena en virgo, propicia para dejar atrás aquello que nos hace daño, aunque nos duela. Hay que quererse bien”, recomendó.

La charla se fue decantando con barajas que Rossy de Palma iba escogiendo. Cada una con un significado diferente que era aprovechado por ella y su entrevistadora para contar aspectos de su vida y su carrera. Incluso para dejar claro que Rossy de Palma y Rosa Elena García Echave (su nombre de pila) eran diferentes.

Rosa ha hecho frente a los estereotipos desde que inició en el arte, como cuando era joven y le dijeron que no podía seguir siendo bailarina porque era muy alta y pesada para cargar; y después, cuando ya era Rossy, empezaron a ponerle peros a su nariz.

“Mi nariz es vasca y desde niña reflexionaba sobre lo que causaba en los demás. Que te culpen por lo que no elegiste. En aquellos tiempos no existía el nombre de bullying. Eso para mí fue un escudo, porque mientras los demás se quedaban en mi nariz yo iba creciendo en todos los sentidos”, explicó.

En medio de esta reflexión mencionó: “Cualquier cosa que parece un error viene con una virtud”, en medio de aplausos de un escenario que se dejó conquistar por su sencillez y afabilidad.

Tras culminar el conversatorio, la actriz se quedó largo tiempo en la tarima fotografiándose con los asistentes, en su mayoría estudiantes, quizá recordando lo que ella misma había dicho minutos antes: que había decidido ser artista porque el mundo real es muy aburrido y aquello que estaba pasando en ese preciso momento era muy divertido.

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