En la vereda La Cooperativa del municipio de Vistahermosa, Meta, estaba ubicado el Antiguo Espacio Territorial de Reincorporación, Georgina Ortiz, de donde hace tres meses salieron desplazadas más de 200 familias, por amenazas de grupos armados al margen de la ley.
En aquel espacio nació el Festival de Muralismo, el cual tiene como objetivo fortalecer los lazos de reconciliación y paz en el territorio. La cuarta versión del festival lleva por nombre 'Cuarto Festival Georgina Ortiz, jóvenes construyendo territorio, vida y dignidad', el cual se desarrolló en el municipio de Granada, Meta, como agradecimiento por permitirles albergarse dentro de la ciudad.
A este festival llegaron artistas de Cali, Bogotá y Villavicencio, quienes aportan con su talento en la construcción de una sociedad sin odio, dejando mensajes de reflexión, esperanza, y que la paz se construye desde las diferencias.
“Mis expectativas para participar son poder aportar a la paz, poder conocer a estas personas, conocer sus historias de vida y compartir con ellos y ellas ha sido una experiencia muy transformadora. Yo había participado la vez pasada y volver a ir fue como reafirmar este trabajo colectivo que llevan; poder compartir con la comunidad a través de la pintura, poder escuchar a las personas del barrio que son estigmatizados, uno se lleva muchas ideas”, expresó Julieth Andrea Guevara, artista de la ciudad de Villavicencio.
“Cuando salimos de la vereda La Cooperativa, a causa del desplazamiento, nos prometimos llenar de color y esperanza cualquier territorio que habitáramos”, afirma esta comunidad en su página de Facebook Georgina Ortiz.
El festival se desarrolló en dos sectores, La Villa Olímpica- de Granda, donde están ubicados temporalmente los firmantes y el barrio la Sabana II, espacios que se llenaron de color, donde se juntaron las manos de los firmantes de paz, fuerza pública, administración local, artistas y la comunidad, permitiendo cada uno conocer de cerca la realidad de los demás sectores poblacionales, entendiendo que todos desde las diferencias anhelan un país en paz.
“La idea es poder dejar este espacio lleno de color, en agradecimiento a esta administración, a la comunidad granadina por permitirnos estar aquí, en momentos difíciles. Por otra parte, llegamos hasta el barrio La Sabana II, un barrio estigmatizado y donde quisimos llenar de color y compartir con la sociedad granadina, que la estigmatización no es el camino para la reconstrucción de un país diferentes”, indicó Hernán Alirio Montes, firmante de paz.
Montes también manifestó que la idea es poder aportar y cumplir con lo que en su momento firmaron “aportar en la reconstrucción del tejido social, ir erradicando la estigmatización hacia la comunidad firmante, y fortalecer los lazos de unidad y paz sin importar el lugar”.
Los murales que se plasmaron en los dos espacios fueron pensados para que represente a las comunidades, sus ideas, su sentir, y también dejando un mensaje de unidad, de trabajo colectivo. Invitan a terminar con los estereotipos y apelativos a las personas por su forma de vivir, pensar, razón social, entre otros, que causan daños emocionales, laborales, económicos a la sociedad.
“La integración con la fuerza pública, personas víctimas y firmantes de paz fue en lo personal un poco complejo, pero fue el principio de muchas cosas, porque al ser varios días de trabajo se escuchan sus historias, entonces fue como quitar esas ideas, esos miedos, esos temores al momento de pintar y ceder un poco. Siento que el conflicto nos ha llevado a desconfiar y no creo que sea malo pues porque las mismas experiencias del país y de la vida nos han llevado a que hay que ir con cuidado”, manifestó la artista Julieth Guevara, de la ciudad de Villavicencio.
Por primera vez, el festival se realiza en un casco urbano, las versiones anteriores se habían realizado en el centro poblado Georgina Ortiz, La Cooperativa, y Piñalito en el municipio de Vistahermosa-Meta, donde los resultados han sido positivos aportando en la paz del territorio.