El Hatico, corregimiento que reúne a campesinos y agricultores para homenajear el arroz

Cultivando el arroz, la ahuyama, yuca, guineo, escuchando el canto de los pájaros, el sonido de las montañas, los campesinos de La Guajira no solo se dedican a labrar el campo, mientras echan pala, machete, también se inspiran, cantan y componen música vallenata. 

El sur de La Guajira es ejemplo de ello. En el corregimiento de El Hatico, un pequeño pueblo situado a 1.800 metros del municipio de Fonseca se conoce como la despensa agrícola de la región por ser la proveedora de varios alimentos a los habitantes, principalmente el arroz, desde hace más de cuarenta años, los campesinos y productores, celebran el Festival de Arroceros, en homenaje a los cultivadores de este grano. 

“Siempre nos acostumbramos a hacer las fiestas patronales, pero dijimos porque no hacemos un festival si tenemos motivos para hacerlos, aquí cultivamos arroz”, cuenta Edinson Molina, campesino, arrocero y folclorista de Fonseca.

Este festival surgió en medio de una conversación de amigos arroceros, cuando se inquietaron por tener un festival autónomo, propio con identidad del territorio. Luego de varios encuentros por las tardes, el 21 de julio de 1983, se realizó el primer festival de arroceros, donde resaltan principalmente el talento de los campesinos en canción costumbrista, Piqueria y Acordeón aficionado.

“El primer festival lo hicimos con recursos propios de cada uno. Éramos nueve jóvenes campesinos, recuerdo que lo hicimos en un remolque donde se transporta el arroz, allí hicimos el concurso de acordeón aficionado, Canción costumbrista y piqueria, con los artistas campesinos y cultivadores de arroz del corregimiento como Fanor Martínez, quien es un compositor”, cuenta Edinson Molina.

Fanor Martínez, es un campesino, ganadero, compositor, cantante de la música vallenata, desde sus catorce años comenzó a componer las melodías y ritmos que fue creando en su mente, porque su condición de no saber leer y escribir no le permitió plasmarlos en papel, pero si desde el corazón.

“Compongo más de cuarenta canciones que me nacieron en medio de mis vivencias, del enamoramiento, Cuando iba en bicicletas para el cultivo me fueron surgiendo el ritmo y las notas, en mi mente las fui guardando hasta cantarlos con mis amigos, después así de grande con ayuda de mis hijos y nietos lo plasmé en letras para grabarlo”, narra Fanor Martínez.

Concurso autóctono del Festival de Arroceros

Para resaltar la tradición que gira alrededor del cultivo del arroz, se desarrollan tres concursos autóctonos; El Comelón de Arroz, El que pela más rápido el coco, El que suena más duro el Perrero y este año se suma El Cotero. Estos concursos tradicionales motivan más a los habitantes en participar y en disfrutar.

• El perrero: consiste en darle vuelta en el aire a un látigo, tejido en trenza con cabuya y hacerlo sonar con la mayor fuerza hasta lograr un sonido similar al de un disparo. Este ejercicio es utilizado por los agricultores para espantar a los pájaros cuando intentan comerse las espigas.
• El comelón de arroz: este concurso reúne a las personas de todas las edades para competir el primer puesto de quien coma el mayor número de platos de arroz. Para esto, meses atrás cada persona se prepara en su casa comiendo platos del cereal cocinado y contabilizando el tiempo, hasta hacerlo con la mayor rapidez.
• El que pela más rápido el coco: este concurso consiste en que la persona o el campesino pela con sus dientes el coco, el que lo haga en menos tiempo es el ganador.

José Ramon Molina es arrocero del municipio de Fonseca y vicepresidente de Fedearroz y nos cuenta que “este festival es muy tradicional, porque resalta a su gente, los concursos son autóctonos de sus habitantes, este Festival lo organiza los arroceros de esta tierra que hacen homenaje al arroz, que es el alimento de toda la humanidad”.

Durante el festival se sirve el Buffet con ochenta platos de arroz que son típicas del corregimiento, se puede disfrutar con toda la variedad de ensaladas, los visitantes pueden degustar hasta cuatro platos de arroz, el Buffet es preparado por las mujeres campesinas de esta tierra donde nació Luis Enrique Martines el Pollo Vallenato. 

Los campesinos, Arroceros de esta región algunos no han podido grabar sus canciones, pero no dejan de cantar, componer y tocar el acordeón desde el campo, e incluso apostando a la paz con la música vallenata.