Por: Humberto Carrillo Mindiola.
El aporte de Valledupar a la independencia de Colombia fue muy temprano. La historia registra que el levantamiento del Cabildo de esta ciudad fue el primero de la Provincia de Santa Marta en proclamar la Independencia.
El levantamiento fue propiciado principalmente por María Concepción Loperena de Fernández de Castro, hija del español Don Pelayo Loperena y Doña María Josefa Ustáriz, de Valledupar. Concepción fue quien dio el grito de Independencia en esta ciudad el 4 de febrero de 1813 y patrocinó la causa libertadora de Simón Bolívar, donándole 300 caballos para su ejército.
Los independentistas buscaban formar una nueva nación llamada Provincias Unidas de Nueva Granada.
“Pongo a disposición del gran Simón Bolívar 300 caballos de mis haciendas, que llevaré en persona al ilustre militar. En presencia de todos exijo juramento de fidelidad y quemo por mis propias manos el retrato y escudo de armas de su Majestad y ordeno, en nombre del Cabildo del que hablo poner los pechos valientes al sacrificio en aras de la libertad de los pueblos dirigidos por su excelencia Jorge Tadeo Lozano. En constancia firmó en la ciudad de Valle de Upar a los cuatro días de febrero de 1813”.
Este texto del Acta de Independencia levantado en letras doradas, algunas de las cuales se han caído y toca adivinar las palabras, figura en una placa a la que le hace falta limpieza y brillo en el edificio de la alcaldía de Valledupar.
María Concepción Loperena es la heroína vallenata en la gesta de la Independencia, aunque hay algunos que, tratando de demeritar su obra, dicen que no fueron 300 caballos, sino tres los que ella le entregó al Libertador.
Pero como afirma el director del Archivo Histórico de Valledupar, Francisco Valle Cuello, el número de caballos no es determinante para dudar de un acontecimiento histórico como esta epopeya de nuestra región.
“Un solo caballo que hubiera sido, ya eso es un contexto, una dimensión muy grande. Ella es un estandarte, un ejemplo de pasión. Ella se dio el lujo de darles la libertad a sus esclavos y genera ese llamado, esa invitación a emprender un proyecto de vida en común, en una sociedad en común. Quienes firman el Acta de Independencia lo hacen porque están convencidos de que hay una ola en el ambiente que les permitía decir: a partir de ahora es posible gobernarnos por nosotros mismos”, afirma Francisco Valle Cuello.
María Concepción Loperena envió a su hijo Pedro Norberto con facultades para tratar con el entonces presidente de Cartagena, Manuel Rodríguez Torices, y recibir instrucciones sobre el movimiento independentista, y con el Libertador Simón Bolívar tuvo un encuentro en la villa de Chiriguaná.
Entonces, por órdenes de Bolívar organizó y pronunció el Acta de Independencia de la ciudad de Valledupar el 4 de febrero de 1813 a las 10 de la mañana. Ese mismo día le otorgó la libertad a cientos de esclavos que mantenía en sus haciendas en La Jagua de Ibirico y Becerril.