En 200 páginas, el ingeniero Álvaro Yaguna describe los hechos que le dieron un giro a la vida de su familia y que consternó a toda una región: el primer secuestro ocurrido en el departamento del Cesar. El libro 'La crónica del secuestro 50 años después' narra los detalles de lo acontecido el 25 de octubre de 1972, fecha en que se llevaron a la fuerza al médico Guillermo Castro Castro, durante la acción violenta, los delincuentes dieron muerte a Carlos Yaguna, su padre.
Esta obra nace como una manera de recodar la vida de su padre, sumada a narraciones y vivencias del municipio donde nació, Manaure, Cesar. Un homenaje de Álvaro Enrique Yaguna Núñez, el tercero de los cuatro hijos del agricultor Carlos Yaguna, quién perdió la vida cuando ocurría el secuestro de su amigo Guillermo Castro Castro.
“Fue un hecho imprevisto, donde el destino jugó muchas cartas allí, de ese hecho nace una historia, una crónica que me di a la tarea de compilar, traducir, editar”, así relata Álvaro Yaguna Núñez el libro que publicó con varias de las historias, relatos, artículos de periódicos e información que fue recolectando para rendirle un homenaje a su padre.
Los hechos ocurrieron en el corregimiento de Mariangola, vereda Angostura, específicamente en frente de la finca Santa Rosa, de propiedad del entonces parlamentario José Guillermo Castro. Y es que lo que se creía una visita rutinaria entre la una y las dos de la tarde de ese miércoles se convirtió en toda una tragedia.
Justo cuando Yaguna y su amigo el médico Castro llegaban a visitar se encontraron con un comando operativo, allí empieza el secuestro y, al parecer, hubo resistencia y le dieron dos disparos a Carlos Yaguna Torres quien falleció.
La conmoción se generalizó, En ese momento, era gobernador del departamento del Cesar Manuel Germán Cuello Gutiérrez y ordenó un volcamiento de fuerzas militares en búsqueda del secuestrado. En la persecución se halló el vehículo en el que se movilizaban los dos amigos en límites de la región del Desastre, entre los municipios de San Diego y Agustín Codazzi.
¿Por qué se da ese secuestro?
El secuestro duró 40 días, se dice que al médico lo mantuvieron en la región de Camperucho, en Caracolí, corregimiento de Valledupar. En diciembre de 1972 regresó al seno de su hogar. De acuerdo con las investigaciones registradas en el libro de Darío Villamizar ‘Biografía de un revolucionario’ alusivo a Jaime Bateman Cayón. En la página 163 del texto precisa que Bateman, en un tránsito en el que fue retirado de la guerrilla de las Farc pasa a un movimiento comunero y decide contratar a una célula de este grupo armado que operaba en el Cesar y ésta a su vez contacta a un grupo de delincuencia común, quienes por último cometen el secuestro.
Los recortes de periódico de la fecha datan que en total ocho personas fueron capturadas en Valencia de Jesús y Los Venados, corregimientos de Valledupar. De allí fueron llevados a un consejo verbal de guerra en Barranquilla e hicieron juzgamiento a estas personas, de esas cuatro quedaron absueltas e igual número condenadas entre ocho y 30 años por los delitos de homicidio agravado y secuestro extorsivo, conducidas a pagar la pena en la isla de Gorgona, lugar donde llevaban a los delincuentes de gran peligrosidad.
No obstante, los cuatro condenados no terminaron su pena, se cree que apeló la sentencia y recobraron la libertad.
Consuelo Araujo Noguera, entonces periodista y corresponsal para el periódico El Espectador, visitó al médico Castro, conocido cariñosamente como Memo y de ese encuentro escribió un artículo llamado ‘El médico Castro relata e interpreta su secuestro’, allí cuenta detalles de los días alejado de su familia y la convicción que su secuestro fue una confusión; los captores iban en búsqueda de otra persona.
El drama del secuestro
El del médico Guillermo Castro fue el primer secuestro conocido. No obstante, entre esa fecha y 2010, se reseña que 2.621 personas sufrieron ese flagelo en el Cesar, de acuerdo con un informe realizado por el Centro Nacional de Memoria Histórica. Dejando cifras de dolor y desesperanza en el departamento.
De acuerdo con la información suministrada por Ana María Ferrer, quien fungió como coordinadora Macroterritorial Caribe de la hasta hace poco Comisión de la Verdad, entre 1958 y 2016 se registraron en este departamento 3.755 desapariciones forzadas, 411 reclutamientos a menores de 18 años de edad y 2.892 casos de secuestros. La mayoría de estos hechos violentos fueron responsabilidad de las guerrillas del Eln, Farc, grupos paramilitares y una pequeña minoría delincuencia común.