Aunque en sus cuentos narra y describe con minuciosidad los movimientos de pierna y golpes en el ring como si alguna vez hubiera sido boxeadora, Aurora Montes Revollo nunca ha pegado un jab.
Su conocimiento del boxeo viene de haber disfrutado desde niña de las grandes peleas internacionales de Muhammad Alí, Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’, Rodrigo ‘Rocky’ Valdés y otros famosos campeones que veía por televisión.
Su adolescencia transcurrió a finales de los 80 y comienzos de los 90, cuando en esa época el boxeo hacía parte de la vida nacional.
“No teníamos una gran selección de futbol en Colombia, así que no nos quitaba el sueño y el espacio, y el boxeo era el deporte que nos daba alegría y la gloria. En el Caribe colombiano el boxeo siempre ha sido importante. Entonces en esa época las peleas eran todo un acontecimiento nacional, las familias se reunían alrededor del televisor, toda la familia participaba en ese encuentro de esa afición”, recuerda Aurora.
El boxeo se respiraba en su entorno familiar. “Nací en Valledupar, pero crecí en Codazzi, Cesar, era el municipio que movía la economía en la región. La gente iba allá a trabajar, a buscar los recursos”.
En ese ambiente comenzó su afición a la lectura. “En mi casa afortunadamente había libros, a pesar de que mis papás no superaron la enseñanza primaria eran grandes lectores, mi mamá tenía tradición oral, eran de la Sabana, vinieron a trabajar en los cultivos de algodón, a mi papá le gustaban mucho las biografías de grandes personajes, entonces en mi casa siempre había libros y periódicos, había el estímulo hacia la lectura, así que mis primeros estímulos fueron siendo una niña muy pequeña”.
Los principales autores que motivaron a Aurora Montes fueron grandes cuentistas latinoamericanos como Cortázar y García Márquez, el norteamericano Edgar Alan Poe en la adolescencia; ya en la edad adulta la escritora canadiense Alice Munro, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2013 que la conmovía desde el punto de vista femenino, y el cuentista norteamericano Raymond Carver.
Montes reconoce con honestidad que “la poesía la conocí y trabajé en la adolescencia, quizás todos hemos experimentado a esa edad esa cuestión profunda de los sentimientos, pero la poesía es muy difícil, para ser un buen poeta hay que tener mucho talento, para mí la poesía es un arte mayor absoluto. De alguna manera siento que no he dado la talla en la poesía por decirlo así; en cambio, el cuento me encanta y la novela no la descarto, está allí esperando”.
Aurora Montes Revollo nació en Valledupar 1971, es psicóloga de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, orientadora escolar, gestora cultural y promotora de lectura. En 2019 ganó el XII Concurso de Cuento Corto organizado por la Corporación Biblioteca Rafael Carrillo Lúquez de Valledupar.
Sus cuentos han aparecido en varias antologías en el departamento del Cesar, Barranquilla y Santa Marta, además de revistas nacionales. En la antología Cuentos para leer a cualquier hora publicada por la Fundación Nuestras Voces en 2024 están sus cuentos Desde la esquina (ganador en 2019 del XII Concurso de Cuento Corto de la Corporación Biblioteca Rafael Carrillo Lúquez) y Uppercut (publicado por primera vez en la antología Vuelo de palabras Cuento-Poesía (2016) del Taller José Manuel Arango, Relata Valledupar).
En esa antología, el prologuista Félix Molina-Flórez afirma acerca del cuento Desde la esquina: “…en el que retrata la violencia simbólica mientras los puños y los golpes ocurren detrás de la pantalla en una incesante pelea de dos púgiles. Una mujer y su hija pelean, entre tanto, contra un esposo y padre que ejerce con efectividad una violencia simbólica que alcanza a perturbar al lector”.
Sobre el relato Uppercut, Molina expresa que “Aurora Montes elabora una historia sustentada en la tensión que se desprende de una pelea. Pero ya no vista a través de la pantalla, sino vivida ahí, sobre el cuadrilátero, detrás de las cuerdas, en las esquinas, donde dos personajes metaforizan la vida y la cotidianidad: la pelea por mantenerse en pie hasta el final. Un relato que muestra a un personaje luchando contra sí mismo y su incapacidad de renunciar y aceptar la derrota; contando con la maestría de quien conoce el esquivo género”.