Hoy me tomo el espacio de esta nota literaria para celebrar una efeméride. No lo puedo evitar. El evento que se celebra este martes es el nacimiento de uno de mis autores favoritos y, además, de uno de los más importantes de Latinoamérica.
Un día como hoy, 16 de mayo, pero de 1917, nació en Acapulco nada más y nada menos que Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, mejor conocido como Juan Rulfo, el autor de uno de los libros que más ha marcado a la literatura universal: Pedro Páramo, publicado en 1955.
Juan Rulfo fue hijo de Juan Nepomuceno Pérez Rulfo y de María Vizcaíno Arias de Pérez Rulfo. A los 6 años, debido a lo que se conoció como Guerra Cristera, su padre fue asesinado por Guadalupe Nava Palacios, en junio de 1923.
Estas Guerra Cristera, también llamada Guerra de los Cristeros o Cristiada, fue una guerra civil en México y en la que se enfrentaron el gobierno y milicias de religiosos católicos que se resistían a la aplicación de la llamada “Ley Calles”, que proponía limitar y controlar el culto católico en la nación, sin considerar que este era mayoritario.
Lee también: Systema Solar, Gato’e Monte, María Mulata y mucho más en los Estrenos de la Semana
Entre otras cosas, el gobierno establecía una política en la que negaba la personalidad jurídica de las iglesias católicas, prohibía la participación del clero en política, privaba a las iglesias a poseer bienes raíces e impedía el culto público fuera de los templos.
Algunas estimaciones dicen que el número de personas muertas en este conflicto se acercó a las 250.000.
Una de estas víctimas fue el papá de Juan Rulfo. Esta muerte marcó profundamente al autor, más aún cuando apenas cuatro años después, en noviembre de 1927, falleció su madre.
Es muy probable que desde ese momento hayan empezado sus preguntas con relación a la muerte, la violencia y la guerra. Preguntas que desarrolló ya adulto en sus obras literarias, sobre todo en los cuentos que hacen parte de ‘El llano en llamas’ (publicado en 1953) y ‘Pedro Páramo’, su gran novela, que salió a la luz un par de años después.
La trayectoria literaria de Rulfo empezó en 1945, cuando publicó en la revista Pan, de Guadalajara, el cuento titulado ‘No nos han dado la tierra’. Luego empezó a publicar poco a poco y en diferentes medios sus otros cuentos, hasta que en el año 1953 el Fondo de Cultura Económica, en la colección Letras Mexicanas, publicó el libro que ahora conocemos como ‘El llano en llamas’, que contiene 15 poderosísimos relatos.
Para el momento de la publicación de ‘El llano en llamas’, Rulfo ya tenía muy adelantado el manuscrito de Pedro Páramo, pues había estado publicando fragmentos en diferentes revistas.
Apenas salió el libro tuvo una acogida enorme. Autores como Carlos Fuentes empezaron a reseñarlo y a comentar la potencia de su propuesta. La calidad del libro le mereció que ganara el en la primera versión del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores, un reconocimiento literario mexicano establecido en 1955, que otorga cada año al mejor libro editado en el país.
Lo que sigue es historia. El libro se regó por Latinoamérica como pólvora y abrió la puerta a un sinnúmero de autores que encontraron en su voz el impulso para empezar sus proyectos.
Aún hoy, aunque algunos no lo sepan o no lo acepten, se escucha la voz de Juan Preciado, protagonista de Pedro Páramo, en los textos más contemporáneos. Es un fantasma que habita las letras latinoamericanas y que las llena de vida, aunque lo haga hablando desde el mundo de los muertos.
Escucha aquí la cápsula literaria