Setenta minutos antes de salir al Orquideorama en el cierre del Festival Gabriel García Márquez en Medellín, Natalia Lafourcade está en un cuarto sola caminando de un lado a otro preparando su voz.
Tiene un traje azul con estampados vinotinto, unos botines negros con correas y los labios en rojo. Recibe con una gran sonrisa a dos intrusos que quieren saber un poco más de sus canciones y una trayectoria que incluye algunos de los discos iberoamericanos más admirados en los últimos años no sólo por el público, también por la crítica: ‘Las cuatro estaciones del amor’, ‘Hu Hu Hu´, ‘Mujer divina’ y ‘Hasta la raíz’, un disco en el que se desnuda y vuelve a sus orígenes, a su casa de infancia en Coatepec en México y a los sones huastecos.
Foto: Juan José Higuera
‘Antes de huir’ y ‘Hasta la raíz’ son las dos primeras canciones que aparecen en el setlist que está en el camerino y ahí, en medio de sofás blancos, un espejo y una luz mínima, Natalia empieza a hablar sobre sus ganas de estudiar piano, la preparación de un nuevo disco en diciembre y sobre una canción que ha sido tarareada por cientos de personas en el continente:
“’Hasta la raíz’ es el himno de lo que siento, lo que pienso, lo que soy como mujer ahora. Había terminado toda la música de ‘Hasta la raíz’, de hecho, el disco se iba a llamar ‘Palomas blancas’, no iba a ser ‘Hasta la raíz’, ya teníamos todas las canciones qué íbamos a meter en el disco, pero yo tenía la inquietud de componer con Leonel García, que es un gran amigo, con él hice esta canción"
Natalia es una de las artistas más vitales y honestas del panorama musical en Iberoamérica y su disco ha sido parte de la banda sonora de mi último año, como lo ha sido para muchas personas que la esperan en el cierre del #FestivalGabo.
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Foto: Juan José Higuera
Te referías a Gabriel García Márquez como un gran contador de historias en la charla con Álvaro González Villamarín y Alberto Salcedo Ramos, y que lo que tú querías también con tus canciones era contar historias, ¿Crees que el éxito de tus letras es contar desde lo cotidiano?
Siento que una cosa que la gente le ha acomodado muy bien, especialmente en los últimos años de mi carrera, es que he tratado de hacer canciones que puedan abrazar a cualquiera. No algo complicado, rebuscado o pretencioso. El reto más grande para mí, porque me ha costado mucho trabajo encontrar eso, es mezclar esa simplicidad con la profundidad. Siento que la gente lo ha percibido de una manera muy honesta, porque soy muy crítica conmigo también y cuando siento que no estoy siendo verdadera, le paro y vuelvo a empezar. La gente reacciona cuando le regalas algo con amor, con honestidad, con corazón abierto y sin máscaras. Ellos lo perciben.
Foto: Juan José Higuera
¿Qué tan difícil fue escribir una canción como ‘Hasta la raíz’?, ¿desnudarse de esa forma?
La verdad no fue nada difícil al momento, con las canciones me pasa este fenómeno que tengo momentos de estar tratando de componer música y paso días rascándole, rascándole sin tener nada, y de repente un día algo llega y lo saco en 15 minutos, media hora. Lo difícil son esos momentos en que haces cosas que no fluyen.
Había terminado toda la música de ‘Hasta la raíz’, de hecho, el disco se iba a llamar ‘Palomas blancas’, no iba a ser ‘Hasta la raíz’, ya teníamos todas las canciones y habíamos seleccionado que íbamos a meter en el disco. Estábamos listos para ir al estudio, pero yo tenía la inquietud de componer con Leonel García, que es un gran amigo, con él hice la canción de ‘Hasta la raíz’. Cuando fui a su estudio me dijo: ¿Qué quieres componer?, ¿qué quieres que hagamos? Y yo le dije: “Quiero hacer una canción que hablé acerca de mis raíces, acerca de mi origen, de mi casa y de todas las cosas que soy” entonces me dijo: “ok, empecemos”, y de repente, él tenía una idea y yo otra, lo empezamos así y mágicamente en una media hora la canción estaba en el papel.
Luego trabajamos la música y yo le dije que me encantaría algo que me llevara hacia Veracruz, hacia nuestros huapangos y sones huastecos, algo muy folclórico, pero hacia el pop. Empezó él con la guitarra y después yo con el piano me metí a la cabina sin saberme bien la canción, y empecé a leer la canción y a cantarla. La voz que está en el disco es esa voz, no la volví a grabar, se quedó ese momento, por eso es tan poderosa. Cuando la iba cantando, me di cuenta de lo que acabábamos de hacer y entendí lo mágico que es escribir canciones, que a veces te conectas con otra cosa que no sabes de donde viene. Desde ahí supe que ese era el nombre del disco, Hasta la raíz es el himno de lo que siento, lo que pienso, lo que soy como mujer ahora, pero jamás pensé que la canción fuera a sacudir a tanta gente. La primera señal fue la disquera, cuando la escucharon se fueron para atrás y dijeron: “Este es el sencillo”.
Foto: Juan José Higuera
¿Qué significó el encuentro con la obra de Agustín Lara?
Antes de Agustín Lara venía en el mundo de la música, un poco a ciegas, muy conectada con mis necesidades como artista porque hice lo que quise con ‘Las Cuatro estaciones del amor’, hice lo que quise con ‘Hu Hu hu’, nadie me dijo nada, siempre ha sido así, pero con Agustín Lara aprendí a compartir más la música de lo que lo hacía antes, antes lo hacía muy para mí y me tocaba compartirlo, por suerte y por destino y porque a la gente le gustaba, pero con Agustín Lara entendí lo que era interpretar una canción y compartirla a otro nivel con la gente.
Su música es muy poderosa, sus canciones muy profundas y viscerales. Son fuertes, visuales, versátiles, sarcásticas, con mucho humor. Todo eso me atrajo mucho, quería aprender de él para ser mejor cantante, intérprete y compositora, entonces había que ponerme las pilas con mi propia música y ser mejor compositora.
Después de Agustín me volví mucho más exigente, sobre todo más allá de la música, o en la calidad de la técnica o de mi voz, en mi discurso, me volví muy exigente en ser honesta y en tener algo que decir positivo, para la gente que me escucha.
Te voy a mencionar a algunos artistas de América Latina y me dices qué piensas sobre ellos:
Javiera Mena: Se me hace hermosa la Javiera, preciosa, me encanta su universo, es una eterna hada, loca, sensual, llena de colores y mucho amor.
Julieta Venegas: La considero una maestra porque con ella aprendí a componer, escuchando su música aprendí a tocar la guitarra. Los primeros conciertos de mi vida fueron los de Julieta Venegas, le tengo una admiración tremenda. La amo porque es una gran maestra y amiga.
Ximena Sariñana: Es mi hermanita Ximena, porque fuimos a la escuela juntas, nos apoyamos, nos queremos. Nos confiamos nuestros temores e inseguridades. Es una mujerona, muy fuerte, con mucha actitud en la vida. Es muy talentosa y la quiero mucho.
Bomba Estéreo: A los Bomba Estéreo me da mucho gusto que les esté yendo tan bien. Que estén haciendo cada vez música tan increíble y que lleven la esencia de Colombia tan fuerte. Los siento como una banda orgullosa de sus raíces. Pienso que van a llegar muy lejos. Los conozco desde que empecé.
Totó la Momposina: Esta mujer, es como la abuela, la bruja de la música. La poderosa, que se conecta con el universo y con la tierra. Es muy brutal esa mujer, es poderosísima, a mí me encantaría llegar a esa edad con esa fuerza que ella tiene, es preciosa la Totó.
Foto: Juan José Higuera
En un artículo que hizo Paulina Villegas para el New York Times decía “Los artistas mexicanos encuentran inspiración y éxito en sus raíces”. México ha sido para otros países de América Latina un referente de cultura, pero cuando lees ese artículo ves una especie de renacimiento en todas las artes ¿Qué está pasando hoy en tú país?
En México a muchos artistas se nos está revolviendo algo adentro muy fuerte, siento que antes no. No sé si es por el alance de las redes sociales o qué, pero antes, hace diez años no veía a tanta gente de México haciendo cosas interesantes, desde la música, el diseño de modas, la pintura o la escultura.
Es curioso que en un momento tan doloroso de México, donde vivimos cosas tan terribles, también haya tanta gente que esté girando la cabeza para el otro lado y digan: “Vamos a crear comunidades artísticas, vamos a apoyarnos como músicos, vamos a apoyarnos como pintores, con organizaciones”.
Llega un momento en que uno se cuestiona y dice: ¿Para qué estoy haciendo las cosas?, y empieza a pegar muy fuerte el concepto de ¿Qué tanto estoy abrazando mis raíces? Es un momento de mucha luz y mucha oscuridad. A lo mejor muchos colombianos se sienten inspirados por México, pero yo siento muchos mexicanos se sienten inspirados por ustedes. Es momento de despertamos como latinos, sentirnos orgullosos de lo que tenemos.
Foto: Juan José Higuera
Yo acabó de cumplir treinta años, tú estás en tus treinta, ¿Cómo te imaginas a los cuarenta, cincuenta años?
Los treinta son los mejores, bueno, ya te diré en veinte años, pero a los veinte sufrí, estaba muy confundida, había cosas que no entendía, ahora que estoy en los treinta es como: “Agárrese el mundo”, así como leona empoderada. Mucha aceptación en los treinta, mucha reconciliación, ya vas a ver. En unos años me imagino como Totó la Momposina, ojalá. Creo que va a ser muy interesante verme llegar a ese momento, me encantaría seguir en la música, me encantaría ser mamá, hay algo dentro de mí que me empieza a decir: por favor. Todavía no, pero ya quiero.
Eventualmente en mi carrera musical sé que me voy a tomar un buen descanso para estudiar piano y requiere que me vaya un rato del rollo, pero eso todavía no va a pasar porque ahora amo estar en el escenario. En diciembre entró a grabar mi disco nuevo, que voy a sacar el próximo año y vamos a liberar un documental, y cada vez quiero meterme más en el cine.
En unos años creo que estaré activa, y ojalá todavía con la posibilidad de conectar con la gente y generar mucha inspiración en los demás.
Así fue la presentación de Natalia Lafourcade en el #FestivalGabo
Musas (2017)
Natalia regresa ahora con su nuevo disco ‘Musas’, un material que hace homenaje a la música folclórica latinoamericana. En su última producción la mexicana es acompañada por Los Macorinos (Juan Carlos Allende y Miguel Peña), el cuatro venezolano y la jarana de Gustavo Guerrero, el percusionista Martín Bruhn, así como Ximena Sariñana, Juan Manuel Torreblanca, El David Aguilar, Héctor Castillo,Héctor Castillo, Cheche Alara y otros más.
Fotos: Juan José Higuera