La Semana Santa, que marca el final del periodo de preparación espiritual denominado cuaresma, convoca año tras año a millones de fieles católicos alrededor de esta tradición de ocho días en los que se acompaña simbólicamente a Jesucristo en su camino de pasión, muerte y resurrección.
La celebración de la Semana Mayor inicia el Domingo de Ramos, que rememora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén siendo alabado con hojas de palma y ramas de olivo; continúa el Jueves Santo cuando Jesús celebra la última cena; luego llega su crucifixión el Viernes Santo, y finalmente se celebra su resurrección el Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua.
En Colombia la tradición de celebrar la Semana Santa sigue más que viva. De hecho, en algunos lugares del país, las características de esta celebración se han preservado desde épocas coloniales, sobre todo en aquellas zonas donde hubo gran presencia de población española durante la conquista; y con el tiempo se han mezclado con las tradiciones regionales.
Las procesiones dan fe de ello, pues traducen ese fuerte componente tradicional eminentemente típico y popular que, a pesar de estar influenciado por las costumbres religiosas coloniales, incluye elementos propios de las costumbres colombianas.
Es así como varios pueblos y ciudades en el país se han configurado como destinos icónicos para visitar durante la Semana Mayor, y que pueden ser visitados con fines tanto de reflexión y contemplación, como de descanso y acercamiento cultural.
1. Popayán, Cauca
La Ciudad Blanca es uno de los destinos por excelencia para estas fechas. Sus calles cuentan una historia de más de 450 años de tradición en torno a las procesiones de Semana Santa. Esta expresión, que se instauró en medio del proceso de evangelización de la conquista española, tiene como principal referente a Juan de Castellanos en sus ‘Elegías de Varones Ilustres de Indias’, en 1556.
Al inicio en las procesiones participaban, principalmente, personas humildes que se encargaban de cargar en andas muy sencillas las imágenes religiosas que eran traídas de España. Con el tiempo los pasos, que son imágenes representativas de la Pasión de Cristo, fueron enriqueciéndose gracias a la actividad minera que caracterizaba la economía de la capital caucana, por lo que se empezaron a introducir nuevos suntuosos elementos decorativos principalmente de oro y plata, además de ornamentación floral.
De esta manera, debe saber que si visita Popayán podrá ser testigo de primera mano de una de las celebraciones más estrictas y respetadas de Semana Santa en Colombia, y así mismo, tendrá la oportunidad de visitar lugares tanto tradicionales religiosos como la Catedral Basílica Nuestra Señora de la Asunción que se encuentra ubicada en el reconocido Parque Caldas, la Iglesia de San Francisco y el Museo Arquidiocesano de Arte religioso; como turísticos donde resalta el patrimonio arquitectónico del Centro Histórico, la Torre del Reloj, el puente del humilladero, el Museo Nacional Guillermo Valencia y el Museo Casa Mosquera.
2. Santa Cruz de Mompox, Bolívar
Se trata de otro destino crucial en el que la Semana Santa data del siglo XVI, pues su primera celebración de la Semana Santa data de 1564. Así mismo, su conmemoración destaca por las fuerte influencias de la celebración de las semanas santas españolas, más exactamente la sevillana, y es una de las celebraciones más preservadas en el tiempo.
Existe una particularidad en la Semana Santa Momposina, y es que allí la celebración no inicia el Domingo de Ramos, como en otras partes del país y del mundo, sino que lo hace el Jueves de Dolores, donde resalta una procesión no litúrgica conocida como ‘El Paso Robao’. Por consiguiente, celebración no culmina el Domingo de Resurrección, ni el Lunes de Pascua, porque por esos días se realiza la última procesión.
Mompox destaca por su belleza arquitectónica que, incluso, fue reconocida por la Unesco en la lista de patrimonio mundial por su belleza y valor histórico, donde destaca su centro histórico que “ha preservado la armonía e integridad del paisaje urbano”, según describe la Organización. Además, es considerado como el pueblo con más iglesias en el país, lo que responde históricamente a la llegada de las diferentes comunidades religiosas de orden católico.
Otros lugares que puede visitar son el Museo Cultural de Arte Religioso, los Portales de la Marquesa, la Plaza de la Libertad y el Pozo de la Noria, así mismo, en varios de estos puntos podrá apoyar a los artesanos momposinos que tradicionalmente son reconocidos por el manejo de la filigrana en oro y plata.
3. Tunja, Boyacá
En Tunja la Semana Santa ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. En este municipio, desde 1604 el párroco español Juan de Castellanos instauró la celebración al mismo tiempo que impulsó la construcción de la Catedral Basílica Metropolitana de Santiago de Tunja, uno de los cinco templos representativos de la capital boyacense para visitar durante la Semana Mayor.
La Catedral Santiago de Tunja, junto a los templos de Santa Bárbara, Santo Domingo de Guzmán, Nuestra Señora del Milagro del Topo, y el Ermita de San Lázaro, componen un recorrido religioso predilecto para los feligreses que resalta por su belleza arquitectónica y patrimonio artístico de distintos siglos.
Adicionalmente, año tras año el Salón del Arte religioso abre sus puertas para todos aquellos interesados en descubrir más de la historia, el arte y las tradiciones que trae la Semana Santa, de la mano de obras hechas por artistas de distintas disciplinas que son previamente seleccionadas a través de una convocatoria y que son expuestas en la Casa Museo del Fundador Gonzalo Suárez Rendón.
Así mismo, en su estadía, podrá recorrer el centro histórico de Tunja, conocer lugares emblemáticos como la laguna o pozo de Hunzahúa, el Museo Arqueológico de Tunja y, por supuesto, el Puente de Boyacá.