Algo que identifica estas fechas es que la radio vuelve a transmitir una serie de canciones que, con sus arreglos de antaño y su sonido un poco anticuado, nos remonta siempre a tiempos pasados. Si se hiciera un análisis psicológico acerca de por qué a los colombianos nos gusta oír todos los años las mismas canciones, quizá la respuesta tendría algo que ver con la sensación de lo atemporal: de alguna manera, en nuestro imaginario, todas las navidades se convierten en una sola navidad.
Dentro de ese listado de canciones hay una que, en particular, suena bonita e ingenua: se llama ‘Arbolito de navidad’ y en la etiqueta del disco (para quienes tenemos el recuerdo de haber escuchado en ese formato) aparece como intérprete el nombre de Tito Ávila. No hay muchos más detalles y, en general, no sabemos más. Pero, ¿cuál es la historia detrás de este éxito decembrino?
Tito Ávila (su nombre de pila era Alberto Ávila Leal) fue un cantante nacido en Barranquilla en 1932. En sus años juveniles viajó a Bogotá y en 1948 formó parte de Los Alegres Vallenatos, una agrupación principalmente formada por “cachacos” que se dedicaban a evocar el estilo vallenato con guitarras.
Para comienzos de la década de 1950, la historia registra su paso por el trío Los Provincianos, cuyo repertorio consistía primordialmente en boleros. Así, tenemos a un Tito Ávila versado a la vez en dos géneros muy distintos, el vallenato y el bolero. Esto quizá sea clave para entender la manera particular como interpretó el clásico con el cual habría de pasar a la historia.
Se acercaba la temporada de navidad de 1951 y el sello Discos Victoria deseaba lanzar el próximo éxito de temporada. Vino entonces una conjunción de estrellas, porque no se puede llamar de otra manera lo que sucedió hace exactamente 70 años. El gran José Barros compuso la canción, Tito Ávila fue llamado a cantarla, y como grupo de acompañamiento contó con el apoyo de Bovea y sus Vallenatos. Así nació en los estudios de grabación ‘Arbolito de Navidad’.
Hay algo de inocente en la manera como Tito Ávila canta este tema. Era, digamos, el menos famoso de ese triunvirato integrado por compositor, cantante e instrumentistas. Quizá por eso su entonación, su voz, nos convence de que detrás hay un personaje genuinamente esperanzado en los regalos que le puedan llegar y que han de aparecer debajo del árbol.
Tito Ávila se retiró de los escenarios en 1964, pero siguió vinculado a la industria discográfica. Falleció en 1988. Su voz se puede escuchar en muchos registros, pero definitivamente ‘Arbolito de Navidad’ es el más sonado. Suena sin falta todos los años desde hace 70 años y, a juzgar por esa manía colombiana de revivir los mismos éxitos cada diciembre, la voz de Ávila acompañará a muchas, muchísimas, generaciones más.