A orillas de la vía que de Villeta conduce a Guaduas, en Cundinamarca, se encuentra el Museo de la Panela, un sitio dedicado a promover y mantener el que es considerado uno de los productos más emblemáticos en Colombia: la panela. Allí, no solo se puede conocer la evolución de los trapiches a lo largo de los años; también, el proceso que se lleva acabo para la obtención de este dulce derivado de la caña de azúcar.
Al ingresar al lugar los visitantes se encuentran con un cuadro que contiene la cronología de la panela. Uno de los datos consignados allí, indica que Colombia es el mayor consumidor per cápita de este alimento con 38.6 kilos.
La idea de María del Pilar Santiago, administradora del Museo, es aumentar la presencia de turistas en el sitio, por eso viene trabajando en la elaboración de estrategias que le permitan posicionar el museo.
“Hasta ahora las personas se están enterando de que existe el Museo de la Panela. Estamos haciendo publicidad para que la gente se entere cómo surgió la panela”, sostuvo.
Mauricio, quien es guía del lugar y productor del alimento, sostiene que la panela de color rojo contiene químicos al igual que las que tienen una apariencia clara. Según él “la panela morenita, la que no es tan clarita, es natural”.
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