El exgobernador de Chocó, Ariel Palacios Calderón, fue quien entregó esta obra y a su vez aseguró que “el monumento fue diseñado y construido de las manos del maestro Antonio Ferrer Rengifo, una obra en bronce sobre un pedestal en concreto y revestido de mármol que durará más de mil años en el centro de la capital chocoana”.
La estructura consta de un hombre y una mujer “Los Bogas”, quienes revisten gran importancia en la construcción de la identidad cultural de los pueblos ribereños. Para el historiador y etnoeducador Milciades Rentería, los Bogas son íconos de los ríos de Chocó.
“Nosotros tenemos varios modelos de familia en el departamento del Chocó; uno que nos dio la minería, otro que nos dio el trabajo agrícola, y otro que nos dio el oficio del palenquero, porque nosotros asumimos el nombre “boga” desde lo moderno; pero lo que tienen en la mano es una palanca, una herramienta que ayudó a construir las historias desde los ríos”, indicó el profesional.
Los bogas quienes luchando contra las correntosas aguas de los ríos, expuestos a las lluvias y al sol incandescente llevan historias de luchas, de amor, y esperanzas; históricamente representan la conexión comercial de los pueblos, por el transporte de mercancías, alimentos, maderas entre otros elementos abordo en “champas y canoas”, embarcaciones pequeñas que son direccionadas con palancas o canaletes.
Igualmente, la riqueza cultural, las músicas, las relaciones festivas, la llegada de los Misioneros y la evangelización de los pueblos son prácticas que navegaron y continúan vigentes con los bogas por las aguas del Chocó, llegando hasta los sitios más alejados del territorio.