En la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio y de cuidado ambiental, jóvenes de la comunidad en el archipiélago de San Andrés y Providencia pusieron en marcha diversos emprendimientos, muchos de ellos basados en el reciclaje de plásticos como materia prima.
Los emprendimientos ‘ecoamigables’ que surgieron en medio de la pandemia, se convirtieron en una alternativa para apoyar también los esfuerzos que se vienen realizando por mantener este territorio como Reserva Mundial de Biosfera.
Proyectos como Schooner Bight Ethnic Association - SBEA, liderado por Relis Forbes son pioneros en el tema del reciclaje. Este emprendimiento se dedica a recolectar, seleccionar, clasificar y disponer finalmente, en calidad de aprovechamiento, plásticos, cartón y latas procesando ocho toneladas de estos residuos al mes.
También encontramos a Ecoislas Sai, liderado por Humberto García, un joven sanandresano que recicla y transforma el plástico en madera. El producto ecológico sirve para la elaboración de casas prefabricadas, mesas, sillas, puentes y hasta postes. Se le conoce como “madera plástica", la cual hoy es utilizada en la reconstrucción de viviendas averiadas por el paso de los huracanes Eta, e Iota.
Laura Valderrama, bióloga marina que recicla plástico y material de polietileno que flota en él mar, es otro ejemplo de estas iniciativas, pues procesa los residuos y luego fábrica recipientes como macetas, portavasos y tablas de cocina con diseños auténticos y con 100 % material reciclado, bajo el sello de Seakyat.
Por su parte, María Antonia Ruiz “Toña”, una reconocida artista plástica que lleva más de ocho años promoviendo el reciclaje y su importancia en el archipiélago, en el mes de marzo presentó su proyecto ‘I recycle´, una obra de arte en la que trabajó durante seis meses, y en la que utilizó 50.504 tapas de botellas pet, 300 kg de vidrio esmerilado, 20 mil botellas plásticas, 30 botellones de agua, 15 kilogramos de textiles (desechos de talleres de modistas) y 400 latas, insumos que recogió en lugares como playas y calles.
Las motivaciones están claras para estos emprendedores del archipiélago. Quieren promover la cultura del reciclaje y participar activamente en la recolección, distribución y procesamiento de los residuos sólidos urbanos, sumándose a una batalla común entre la sociedad isleña: conservar el reconocimiento del territorio insular como ‘Reserva de Biosfera Seaflower’.
El 19 de julio de 2021, entró en vigencia la ley para regular y prohibir el ingreso, comercialización y uso de plásticos al archipiélago colombiano. De esta forma San Andrés continúa su trabajo de mantener el territorio libre de contaminación por causa del plástico y otros residuos.