Desde la entrada a la 'puerta amable de Caldas' como también se le conoce a Neira, se puede apreciar a hombres y mujeres; la gran mayoría adultos mayores, con su caminar lento apoyados de bastones y vestidos con ruanas y sombreros.
El parque central es su punto de encuentro. Desde los coloridos balcones, algunos solo ven pasar los días y conversan unos con otros. Es un pueblo cálido, tranquilo y solidario; allí todos se conocen, a pesar de ser de familias diferentes.
En esta localidad, muchos de los adultos mayores viven en dos hogares de larga estancia, o mejor conocidos como ancianatos; el San Vicente de Paúl es el más famoso, pues atiende a cerca de 150 abuelitos y abuelitas con recursos 100% benéficos.
“En nuestro hogar tenemos habitaciones, enfermería, sala de juegos, capilla, un patio solar grande y hasta mesa de billar. Nosotros funcionamos 100% de caridad, de gente que cree en nuestra obra y trabajo, y por eso podemos decir que le damos una gran calidad de vida a los últimos años de nuestros abuelitos”, confirma Jhon Fredy Franco, representante legal del hogar.
Jhon Fredy dice que por ejemplo las arepas, infaltables en el desayuno paisa de la zona, se las regala una empresa local que las fabrica, e incluso menciona que un ciudadano americano de ascendencia árabe ha sido uno de los principales donantes para mejorar la infraestructura del ancianato.
“Es gente que ve que nosotros tratamos de tener a los abuelitos en las mejores condiciones posibles. La Alcaldía también nos colabora con una enfermera en el Hogar, pero la mayoría de los recursos con los que funcionamos se dan gracias a los donativos”, finaliza Rincón.
En cifras
En el departamento de Caldas hay actualmente 205 mil mayores de 60 años, algunos de ellos están inscritos en los programas propios de la población como los Centro de protección que albergan a 112 personas, al igual que en los Centro vida que tienen un total de 230 adultos mayores, y el resto de ellos aún goza de la protección y cuidado de sus familiares.
Según las últimas estadísticas de la administración local, más del 35% de la población son personas mayores de 60 años, por lo que es cada día más común ver cumplir los 100 años a diferentes ciudadanos, según cifras del Dane hay al menos 80 personas que tienen 90 años o más en Neira, municipio de poco más de 20.000 habitantes.
Algunos ciudadanos consultados en el parque principal, donde pasan la mayor parte del tiempo los adultos mayores quienes con ruanas, ponchos y sombreros toman el sol, confirmaron que temas como el clima, la buena alimentación, las sanas costumbres y la buena calidad de vida les permite celebrar casi siempre más de 90 años.
Para Reinalgo Galves Henao, de 94 años, “el secreto para vivir tanto tiempo es tener buenos sentimientos, ser una persona de la casa, no tener problemas con nadie, y dedicarse a sacar adelante a su familia”.
Por su parte, Juan Gregorio Tabares de 78 y cuidador de carros en el parque principal de Neira, “la alimentación sana y natural es lo único que le permite al ser humano vivir tanto, pues antes solo se alimentaban de sancocho y frijoles, y nos consumían sustancias peligrosas para la salud”, asegura.
Finalmente, el señor Gildardo Morales de 69 años, indicó que “la tradición de las familias cuando se enferma alguno de sus integrantes, es acudir a las medicinas tradicionales pues no contaminan el cuerpo con tanto químicos”.
Para la eterna juventud
La mayoría de los habitantes en Neira viven en la zona rural, que es muy extensa y tiene desde clima cálido hasta áreas de páramo. Pese a que la economía de este poblado se basa en la agricultura, siendo el café el principal producto cultivado en esta zona, la ganadería también ocupa un lugar importante.
Ahora la mayoría de los adultos mayores o viven de su pensión o es común verlos en el centro o la Calle Real desempeñando trabajo en billares, almacenes, panaderías o ventas de zapatos de segunda mano.
De acuerdo con Gilberto Layton, magíster en Ciencias Sociales de la Universidad de Caldas, historiador y habitante de Neira, este municipio tiene todavía ambiente de pueblo. “Las personas duran mucho aquí. El clima, las costumbres sanas, la genética, el aire descontaminado y la misma alimentación pueden prolongar la edad”, explica.
Otro de los temas que explican el porqué de la longevidad es porque en este territorio y en sus 180 años de fundación nunca llegó el conflicto armado. “El secreto también puede ser porque a nosotros no nos ha tocado los secuestros ni tomas guerrilleras. Vivir en paz, prolonga la existencia”, subraya Layton.
En la tierra del corcho neirano, un manjar que se realiza con gelatina de mano de res y panela, los abuelos también venden este dulce típico. A otros les gusta asistir los martes y los viernes al grupo de danzas de la Casa de la Cultura.
Según César Augusto Gálvez Puerta, tallerista de danza de este centro desde hace más de 25 años, este espacio es vital para mantener a los ancianos con buena salud.
“Moverse, ejercitarse y relacionarse hace parte de envejecer bien y aquí se interesan mucho en esto”, recalca. En total tiene un grupo de 30 adultos mayores, y todos sobrepasan los 67 años.
Además de ser un pueblo que se va acostar siempre antes de las 8 de la noche el secreto de la eterna juventud siempre será como dice Bernardo Parra de 94 años, “Dormimos 12 horas diarias, nos tomamos el mejor café del mundo, nos ejercitamos caminando por estas lomas empinadas, y no conocemos de rencores o discordias. Vida sin estrés”, puntualizó.