Dos capitales del Caribe colombiano, además de compartir la Sierra Nevada de Santa Marta, tienen mucha similitud en su gastronomía, esa que deleita a los hogares en las fiestas de navidad y fin de año. Se trata de Valledupar y Santa Marta, ciudades en los que el guineo verde, el cerdo, el maíz y el chivo son ingredientes esenciales.
Y es que, aunque no existe un plato navideño único, es amplia la gama de sabores, tanto dulces, salados y picantes, los cuales son protagonistas en las mesas familiares. Los comensales son los más beneficiados por los suculentos platos que en estas capitales se prepara.
Pastel de cerdo o pollo
“Lo que no debe faltar en fin de año es un pastel de masa o de arroz, relleno de cerdo, pollo o mixto”, dice Patricia Díaz, cocinera tradicional, natural de La Paz, un municipio a escasos 15 minutos de Valledupar, quien desde hace más de 20 años prepara este manjar.
Patricia explica que, para el costeño, tanto del Cesar como del Magdalena, un pastel es lo que en el interior del país conocen como tamal o hallaca. La preparación, aunque parece compleja necesita dedicación y buena mano. Debe amasarse el maíz con achiote y vinagre picante casero, luego rellenar de pollo, cerdo, zanahoria, cebolla, papa en tajada y ají topito. Existe una variedad y es cambiar el maíz por un arroz cremoso o apastelado, esta preparación requiere de 2 a 4 horas de cocción y listo, a disfrutar.
Sopa de pavo
Aunque esta ave de corral es protagonista en platos extranjeros, cada año está presente en las mesas caribeñas. En Santa Marta, Luz Daniela Sánchez, una ama de casa con conocimientos en gastronomía, dice que no debe faltar una buena sopa de pavo, la cual se debe adobar con un día de antelación.
“Es un sancocho mejor que el de gallina, con la particularidad que requiere de más horas de cocción. Se le agrega yuca, papa, ñame, guineo verde, ahuyama, mazorca, ají, cebolla, cilantro y cebollín o cebolla larga y como tres horas de candela”, dice la mujer. Para acompañar arroz blanco y cayeye (un puré de guineo verde mezclado con mantequilla y queso).
Chicharrón
La preparación del chicharrón varía dependiendo del recipiente: En olla presión, caldero o en freidora de aire. No obstante, Mónica Pérez, cocinera y especialista en este plato, el truco está en un buen corte de tocino y carne, agregar sal y una pizca de bicarbonato para lograr que queden crujientes pero jugosos. Son los favoritos para comer en la mañana del 25 de diciembre o del primero de enero, acompañado de yuca o bollo de maíz blanco.
Dulce tentación
Y la cuota dulce definitivamente la debe tener la natilla y buñuelos, pero preparados con maíz biche, panela y un poco de leche. Y, el arroz con leche. Aunque por recomendaciones debido a la pandemia lo ideal es no compartir, aún existe la tradición de enviar a los vecinos, disfrutar en las terrazas o en la mitad de la calle.
El chivo, carne, pollo, arroces, también tienen un puesto principal en las cocinas del Cesar y Magdalena. A pesar de las restricciones debido a la pandemia, este año, muchos comensales esperan compartir en familia y mantener viva la tradición navideña.