Cuatro de los cinco asesinados en límites entre los departamentos del Meta y Caquetá serían habitantes de un centro poblado del municipio de Ataco, sur del Tolima. De acuerdo con Delio Melgar, presidente de la Junta de Acción Comunal del centro poblado La Mesa de Pole del municipio, en esta masacre fueron asesinados los hermanos Hermides, Abelino y Dabier Quintero Garzón, además de José Alberto Rodríguez Charry, quienes estaban buscando trabajo en esa zona.
El líder reveló además que Rodríguez Charry, era sobrino suyo, quien hace 20 días se había ido a buscar oportunidades en esa región. “Ellos tenían una finquita ganadera aquí y un establecimiento donde venden cerveza, gaseosa. Es una finquita que les había dejado el papá de ellos (los hermanos Quintero Garzón). Esos muchachos tenían su casa, tienen su familia, tienen todo acá. Y con ellos también cayó ahí un sobrino mío: estaba acá, se fue para Neiva a ver la mujer allá y luego salió para allá (para Caquetá) detrás de ellos y lo mataron también”, contó.
Dijo además que Hermides, el mayor de los tres hermanos asesinados, residía allí desde hace algún tiempo en una finca en San Vicente del Caguán, razón por la cual los otros dos, Abelino y Dabier Quintero, se fueron para allá.
“Ellos son de aquí del pueblo, de aquí de Pole. Nacidos y criados aquí. El sobrino mío estaba cultivando acá sus maticas de plátano, de yuca. Tenía una motico viejita aquí y mantenía acá en el pueblo rebuscándose”, recalcó Delio.
El quinto asesinado fue identificado como y Jonatan Ropero Tovar, residente en esa región. Por ahora, las autoridades en la ciudad de Villavicencio adelantan las investigaciones del caso y se ofrecieron hasta 50 millones de pesos por dar con los responsables de este hecho. Por su parte, la familia adelanta las gestiones pertinentes para reclamar los cuerpos y llevarlos a esa región del sur del Tolima para adelantar las exequias.