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Una semana sin agua completa Pogue, corregimiento de Bojayá en Chocó

La denuncia se dio conocer en el marco de la cuarta sesión de la Mesa de Participación Efectiva de las Víctimas de este municipio.
Foto: Pixabay.
José Luis Murillo

Según miembros de la comunidad, 548 habitantes de la comunidad de Pogue, en el municipio de Bojayá (Chocó), se encuentran sin agua potable hace ya una semana. Esta denuncia se dio conocer en el marco de la cuarta sesión de la Mesa de Participación Efectiva de las Víctimas de este municipio.

“Ese problema no es de ahora, haces más de dos años venimos con lo mismo, el agua llega cuando a los fontaneros les da la gana y ya casi no la tratan; no sé si sea por el agua, pero ahora hay mucho brote de la piel en el pueblo y cuando la tomo me duele el estómago”, afirma Marcelina Pino Mosquera, miembro de la junta del Consejo Comunitario del corregimiento.

Así mismo, Ana Oneida Orejuela Barco, habitante de la zona y persona en condición de discapacidad, cuenta que “para mí es muy difícil bajar al río a hacer mis cosas, ellos mandan su agua el día que quieren y los demás días nos toca sufrir para la realizar las labores de la casa. Cuando hagan la visita, yo quiero que lleguen hasta la bocatoma, porque el agua estaba llegando muy sucia últimamente”.

Por su parte, Jhon Jaiver Rivas Palacios, coordinador técnico de la Unidad de Servicios Públicos Domiciliarios, encargados de la operación del acueducto del pueblo, afirmó que se adelantarán gestiones para dar pronta solución a la situación. “Hemos recibido quejas de la comunidad y debido a eso la unidad ha tomado acciones; la próxima semana voy a ir en compañía de un equipo técnico, la intención es llegar y hacer un diagnóstico y con base a él tomar las mejores decisiones para solucionar en el menor tiempo posible esta problemática de la comunidad”, señaló el funcionario.

Lo que más inquieta a los integrantes de la Mesa de Participación Efectiva de las Víctimas es la situación de salubridad en la población infantil. “Nos preocupan los niños, porque los habitantes de la comunidad manifiestan en medio de su inconformidad que el día que les mandan el poquito de agua, se bañan y les da rasquiña en la piel; y si la toman sienten ardor en el estómago y fácilmente puede pasar un problema peor”, dijo Luis Hernán Murillo, miembro de la mesa.

“Somos víctimas de la violencia y este es un caso de revictimización que toca hacerle seguimiento, está en juego la salud de estas personas”, concluyó el vocero.

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