Por: Alejandra Restrepo
El Museo de Bogotá propone un juego en el cual los habitantes de Bogotá pueden soñar el mejor futuro para la ciudad. Las personas que entren a esta actividad pueden aportar para proyectar lo que esperan para la capital del mañana.
Se trata de ‘Bogotarot: historias de cuidado y supervivencia’, una divertida e interesante actividad virtual con cartas, que mientras se van descubriendo, propone retos para mejorar el presente y el futuro de Bogotá.
Cristina Lleras, curadora del Museo de Bogotá, explica que esta es una iniciativa del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural para invitar a contestar esas preguntas importantes sobre la ciudad que quieren las personas que viven aquí.
“¿Cuál es la mejor versión de Bogotá y qué necesitamos pensar, soñar y hacer para hacerla realidad? Detrás del tarot están las acciones concretas que podemos tomar para definir el destino de la ciudad”, señala.
Aunque este proyecto tiene un aspecto lúdico, en el fondo es una forma de atraer a las audiencias a la idea de que el presente y el futuro de la capital, lo determinan las personas que la habitan. Es crear conciencia respecto a que cada ciudadano tiene responsabilidades en el proceso de llegar a la Bogotá que se sueña, la ciudad que le quedará a las nuevas generaciones.
Para jugar al Bogotarot, usted debe ingresar a www.bogotarot.com y los perfiles de Twitter, Facebook e Instagram del Museo de Bogotá, allí se le presentarán tres situaciones de la ciudad enfocadas en cuatro temáticas.
- Promover el derecho a la ciudad y proteger la biodiversidad.
- Diversificar redes de afecto y cuidado.
- Reconocer la solidaridad y cuestionar prejuicios y estigmas.
- Simbiosis entre lo urbano y lo rural.
En cada uno de estos campos, usted puede aportar, jugando puede sumar sus saberes, experiencias y pasiones. “Vivimos en una ciudad donde hay muchísimas iniciativas que buscan mejorar las condiciones de vida de todos los seres en la ciudad. Esta es una forma de conocer algunas de ellas”, comenta Cristina.
La lectura del tarot es una costumbre que viene desde el siglo XIII, cuando los mercaderes del Meditarráneo, en su ruta de la seda, trajeron consigo el primer mazo de cartas que se llamaba Mamluk, el cual fue cambiando con los siglos y obtuvo su nombre actual en Francia. Hoy hay 22 arcanos mayores, un mazo de 78 cartas y muchos usos.
En Bogotarot, los arcanos, no son el mago, El loco, La emperatriz o El colgado, son las figuras que días a día encontramos en la ciudad, los problemas de todos los días, la variedad de sabores y sinsabores que nos ofrece Bogotá.
“Nos inspiró la idea de que las cartas leen el presente. A partir de esa lectura las personas pueden o no responder a esta lectura. Por ejemplo, vivimos en una ciudad que tiene altos índices de segregación. De ahí la carta ‘El gueto’. Pero hay acciones que se pueden emprender para asegurarnos que el derecho a la ciudad sea para todos y todas, no para unos cuantos”, sostiene Lleras.
Durante lo que falta de 2020 y en 2021, podemos seguir jugando al Bogotarot. La idea es que este trabajo del Museo de Bogotá, ayude a construir transformaciones con cada acción de los participantes.
“Por ejemplo, como resultado de una caminata de reconocimiento por los cerros orientales se realizará un mapa de relaciones con mi entorno, tanto humano como no humano. Este mapa representa tanto un aprendizaje individual como uno colectivo”, detalla la curadora.
Todos podemos entrar a www.bogotarot.com y jugar con La aguadora, La copetona, El monocultivo, La cocina, La agrópolis, La ahogada, El sancocho y muchas otras cartas.
Además de ser un juego entretenido, con ilustraciones de gran calidad, su aporte puede ser de gran ayuda para una ciudad que nos necesita a todos.