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Las moras de Don Vicente: cultivando la paz en Florida, Valle

Así como la mora tiene su transformación, en esta región el campo también la ha tenido gracias a iniciativas agrícolas.
Foto de referencia: Pixabay
Juan Camilo Charrupi

Nace en verde, crece en rojo y madura en negro, así es el ciclo vital de la mora.

Hoy les presentamos una mora que se cultiva a dos horas del casco urbano de Florida (Valle del Cauca), la mora de don Vicente Bubu Ipia. Para llegar a ella emprendemos una aventura en chiva o bus escalera, después hacemos trasbordo en moto, ya que el camino se hace más angosto y difícil, una subida por trocha a más de 1.950 metros de altura.

Él es Vicente Bubu Ipia, un indígena de la comunidad Kwe´s tata kiwe, de la vereda Las guacas. Su familia está conformada por su esposa y dos hijos, quienes junto a él trabajan la tierra. Hijo de María Ángela Bubu, una mujer indígena que toda su vida se la ha dedicado a los cultivos de mora, tanto así que Vicente y sus hermanos, nacieron en medio de ellos.

Desde su casa, un rancho de bareque, pero próximo a remodelación con materiales más modernos gracias a su trabajo, en medio de las montañas don Vicente expresa con amor hacia un cultivo que lo vio nacer, crecer y que ahora lo ve convertirse en el hombre encargado de mantener un legado familiar.

Don Vicente y sus moras han sido testigos del conflicto armado en nuestro país, lo han vivido de cerca: “había días que uno estaba laborando en el cultivo y llegaban ellos (hombres armados) a comerse las moritas… le tocaba a uno convivir con ellos”, explica sobre los grupos insurgentes que entre los años 80 y principios del 2000 hicieron presencia en su territorio ancestral.

A pesar de haber vivido el conflicto en carne propia, él no paro de soñar y es el encargado de mantener este legado que se cultiva. Desde su finca, con su familia, construyen paz a través de su que hacer como cultivadores de mora.

“No es una paz completa, pero si ha cambiado mucho la forma de vivir en el campo, y va uno cogiéndole mucho amor a la paz”, relató mientras caminaba en medio de los pequeños pasillos de su próxima cosecha.

Ese amor del que habla don Vicente también a le ha permitido generar más unidad en la comunidad. Por eso junto a otros cultivadores han creado la Asociación de productores de las Guacas y han recibido apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID y esto aporta al sueño de don Vicente: exportar mora 100% orgánica.

La mora de Don Vicente es especial, su cultivo, su tamaño y sabor lo destacan entre las demás, es una mora que viene acompañada de resiliencia y paz.

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