Durante gran parte del Giro de Italia, especialmente en la últimas dos semanas, al frente o al lado de Egan vimos a un hombre combativo que siempre estuvo cuidándole la espalda, llevándolo a su rueda y respaldándolo en las más exigentes subidas que se encontraron; Daniel Felipe Martínez.
No solo fueron compañeros de equipo, fueron, además, compatriotas y amigos que con cada pedalazo que dieron, demostraron que el ciclismo, además de tener una alta dosis de esfuerzo individual, también requiere de una estrategia y trabajo colectivo.
Nacido en Bogotá el 25 de abril de 1996, Dani -como algunos le llaman cariñosamente-, llegó muy pequeño al municipio de Soacha, Cundinamarca, en donde empezó a gestar esa carrera deportiva que hoy lo tiene en uno de los mejores equipos del mundo; el Ineos Grenadiers.
Quienes lo conocen afirman que Dani es uno de los ciclistas más completos en Colombia: buen escalador y bueno en la contrarreloj.
Sus triunfos en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y el campeonato en la Critérium del Dauphiné en 2020, ratificaron sus condiciones. El 11 de septiembre de 2020 también logró una de sus victorias más importantes, la etapa 13 del Tour de Francia.
Ahora, en el 2021, fue designado como gregario de Egan,
En etapas decisivas de la última semana del Giro, donde la montaña fue protagonista, Daniel brilló en todo su esplendor, especialmente en aquella etapa 17 donde Egan no tuvo un buen día y como literalmente lo dijo “Dani fue su ángel de la guarda”, ayudándolo a subir y no perder tiempo considerable. Para la posteridad quedó aquella foto en donde con puño cerrado, se ve a Dani darle arengas de apoyo a su compañero.
Durante la etapa 18, 19 y 20 la historia no fue muy distinta, la estrategia del equipo Ineos siempre puso a Egan y a Dani para disputar los últimos kilómetros en los que se defendía con uñas y dientes el magliot rosado. Los ataques para demoler las piernas de los colombianos fueron constantes, Simon Yates y Damiano Carusso lo intentaron, pero no les alcanzó para descontar tiempo suficiente.
Al final, Egan se llevó el título, Dani se ubicó en la quinta posición realizando una excelente contrarreloj para llegar a Milán. Martínez ratificó en este giro de Italia lo que muchos corredores de vieja data han señalado: en la vida somos amigos, en la carretera también.