Nathalia Pinzón nació el 4 de septiembre del año 1987 en Bucaramanga. A sus 12 años comenzó a practicar el skateboarding, disciplina con la que logró competir en ‘Santander extremo’, evento que abarcaba varios torneos de deportes extremos en Barrancabermeja. Mientras se desempeñaba en esta competición, la santandereana conoció y tuvo su primer acercamiento con el parapente, deporte del cual se fue enamorando poco a poco.
Después de seis años, Nathalia voló por primera vez, comenzó a practicar el parapente y su pasión fue incrementando a la par con su entrenamiento. Esta disciplina, en comparación con otros deportes masificados en el país como el fútbol, el ciclismo o el voleibol, requiere de unas herramientas muy distintas para el proceso de formación, ya que los equipos necesarios para desempeñarse y practicar necesitan si o si de una capacidad económica importante.
“Cuando yo inicié era un deporte inalcanzable para muchos, no es como el fútbol que un balón alcanza para que jueguen 20 personas, acá tenemos que comprar unos equipos que no se compran fácilmente en Colombia, sino que toca traerlos de Europa. Fue algo difícil, pero con pasión, amor y perseverancia, logré aprender en uno de los mejores sitios como lo es Santander”, afirmó la parapentista para Señal Deportes de Radio Nacional de Colombia.
El parapente, al igual que la mayoría de deportes tiene sus derivados, y Nathalia se ha convertido en una referente del parapente de precisión. Esta modalidad de competición consiste en que los competidores despeguen y naveguen en el aire de tal manera que logren aterrizar en una diana de 20 cm de diámetro, demostrando habilidades de control aéreo.
De la misma manera en que le fue complicado iniciar en el parapente, ella recuerda que tampoco le fue muy bien en su comienzo al hacer ese cambio al parapente de precisión, de hecho, recuerda que sus resultados no eran nada buenos.
“La verdad cuando comencé a hacer precisión no era muy buena. Mi primera competencia fue en un pueblo que se llama Pachavita en el Valle del Cauca y quede… de volver, porque realmente quede muy lejos de la diana, quede última en toda la competencia, con decirte que no le di ni al círculo de 1000 puntos que tiene 10 metros de radio y tú en precisión por muy malo que seas le das al de mil (…) yo ni eso”, recuerda Nathalia.
Poco a poco la santandereana fue acoplándose a esta modalidad hasta llegar a participar en 2019 en el Campeonato Mundial de Precisión de Parapente en Serbia. En aquella ocasión Nathalia ganó medalla de bronce y desde ese momento su carrera ha ido en alza, siendo la máxima exponente de esta disciplina en el ranking panamericano, y actualmente es la sexta a nivel mundial.
Así como ella ha visto la oportunidad de ser una de las mejores en el parapente de precisión, la colombiana quiere masificar y darle visibilidad a este deporte en el país, ya es instructora de parapente para niños de bajos recuerdos en una academia de Santander, pero quiere que este movimiento siga creciendo con el objetivo de que el parapente se convierta en un deporte olímpico y que en este hemisferio del planeta se tengan los propios juegos del aire.
“Desde antes de la pandemia he ido a varios países de América a dar charlas sobre parapente para animar a más personas a que practiquen este deporte. Necesitamos hacer nuestros primeros juegos panamericanos, en Europa y Asia ya existen los World Games, y nosotros estamos motivando a muchos países del continente para tener los nuestros (…) yo espero que para 2024 tengamos nuestros primeros juegos del aire y que seamos muchas naciones las que participemos”, finalizó.