¡Llamativas, alegres y fuertes! Así son las bromelias, plantas originarias de América Latina que se cree surgieron hace más de 65 millones años, siendo utilizadas por los incas, aztecas y mayas como elementos para alimentación, protección, elaboración de fibras y rituales ceremoniales.
Llamadas, según el ingeniero agrónomo Carlos Julio Castillo, “las tortugas del reino vegetal” debido a su lento crecimiento, sobresalen por sus atractivos colores, sus formas y alta resistencia a plagas y enfermedades, por su capacidad para absorber nutrientes, como flor ornamental y por su gran versatilidad para vivir en tierra, o sobre rocas, piedras, árboles, cactus e incluso sobre los cables de electricidad.
Actualmente, una muestra representativa de ellas se exhibe en la exposición ‘Bromelias: Vida y Color 2023’ en el Jardín Botánico de Bogotá hasta el domingo 23 de julio, acompañada de una variada agenda académica y cultural que permitirá conocer datos e historias sobre su origen, naturaleza y características, a través de exposiciones fotográficas, conversatorios sobre el papel de las bromelias en la historia, talleres de ilustración artística y charlas sobre manejo de colecciones, entre otras actividades.
En total, los visitantes podrán conocer de cerca 350 plantas de 100 variedades diferentes, entre ellas la Pitcairnia huilensis, bromelia endémica de Colombia, una nueva especie vegetal única en el mundo hallada en la vereda San José de Belén, del municipio del Agrado, en el departamento del Huila (de donde heredó su nombre) y entregada al Jardín Botánico para su preservación y conservación.
Pertenecientes a la familia botánica 'Bromeliaceae', la cual fue nombrada así, en honor del botánico sueco Olaf Bromelius, se sitúan solo en América, con excepción de una especie en el continente africano. De acuerdo con investigaciones se han identificado 3.648 bromelias, de las cuales 2.700 son especies y cerca de 800 son variedades obtenidas en cultivos, encontrándose en Colombia 545 especies nativas pertenecientes a 25 géneros.
“Como Centro de Investigación nos sentimos orgullosos de exhibir una de las plantas más importantes, presentes en nuestros ecosistemas húmedos del Chocó y la Amazonía y ponerlas a disposición del público, no solo para que se deleiten con su enorme belleza, sino para que se apropien de su cuidado, protección y uso sostenible”, manifestó Martha Liliana Perdomo Ramírez, directora del Jardín Botánico de Bogotá.
Fuertes, resistentes, resilientes
De acuerdo con el ingeniero Castillo, las bromelias, junto con las orquídeas, se encuentran entre las plantas más evolucionadas del reino vegetal, gracias a la gran capacidad que tienen para absorber nutrientes por medio de las raíces y las hojas, “con una ventaja de las bromelias y es que tienen la capacidad de almacenar el agua para distribuirla según las adversidades climáticas. Además, las del género Tillandsia son detectoras de contaminación debido a su gran capacidad de absorción del agua del aire”, explicó.
Uno de los mayores atributos de estas plantas es su condición de “salacuna” de pequeñas y grandes formas de vida, ya que la estructura de su follaje y de su flor son como una enorme roseta que hace las veces de tanque donde viven cientos de especies de insectos, arácnidos, macroinvertebrados y hasta ranas, siendo el hogar de muchos animales que aprovechan su capacidad de equilibrio ambiental y como proveedora de néctares y azúcares, principalmente a aves, y particularmente a los colibríes, lo que hace de esta interacción biótica una verdadera “historia de amor”.
Adicionalmente, son elementos imprescindibles en el ciclo del agua y en los nutrientes, como el nitrógeno y el carbono, de los bosques tropicales. Todas estas características hacen de las bromelias unas de las plantas más resilientes, pero, al mismo tiempo, uno de los grupos más sensibles al cambio climático.
En zonas secas y desérticas presentan un color plateado y están cubiertas por una capa de pelos absorbentes especializados (tricomas peltados) que capturan agua y nutrientes, convirtiéndose en una malla capaz de retener y aportar humedad al ambiente.
“Esa susceptibilidad que tienen a la luz, a las concentraciones de agua, a la radiación, y a las temperaturas las hace muy especiales, ya que pueden ser utilizadas como plantas indicadoras de intoxicación de los medios ambientes. Se han encontrado plantas que han guardado hasta 40 litros de agua, y otras que pueden estar ahorrando hasta el doble”, apunta el ingeniero Castillo.
"Otros géneros como la Aechmea, que en griego significa punta de lanza, y la Billbergia fueron y han sido utilizadas por los indígenas para sacar fibras, con las que elaboraban y elaboran redes para pescar”, comenta el experto.
Cabe recordar que de manera permanente el Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá ofrece una variada colección de bromelias, ubicadas en el domo de Colecciones Especializadas para la Conservación – CEPAC – y que pueden ser visitadas y admiradas durante todo el año.
La exposición está disponible en el Biodiversario del Tropicario Distrital del Jardín Botánico de Bogotá, en la Avenida Calle 63 No. 68-95, de 8:00 a. m., a 5:00 p. m., entre semana y de 9: 00 a. m., a 5:00 p. m., el jueves festivo 20 de julio y el fin de semana del 22 y 23 de julio.