A propósito del día Mundial del Medio Ambiente, un experto de la Universidad del Bosque exponen cómo el cambio climático también ha traído retos a la salud pública.
“El cambio climático nos presenta un fenómeno que no hemos abordado con rigor, la migración climática, y aunque parezca un tema extraño, la agencia de la ONU para los refugiados presenta una cifra alarmante de más de 20 millones de personas que deben abandonar sus tierras debido a eventos climáticos extremos. Entre ellos: lluvias inusualmente fuertes, sequías prolongadas, desertificación, huracanes, entre otros”, comenta Camilo José González Martínez, docente del programa de ingeniería ambiental de la Universidad El Bosque, magíster en Gestión Ambiental y candidato a doctor en salud pública.
El especialista menciona que el desplazamiento ocasionado por el cambio climático no solo hace referencia a las personas, también ha hecho que los mosquitos y otros animales que transmiten enfermedades como la malaria, el dengue, la leishmaniasis, entre otras, cambien su hábitat.
Calidad del aire
Para González Martínez, “el aire que respiramos ha sido modificado por presencia de otros gases contaminantes que son nocivos para la salud. Ciudades como Bogotá, Barranquilla y Medellín presentan alteraciones muy considerables en términos de calidad de aire, este cambio viene sucediendo aceleradamente desde hace 15 años”.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) plantea que los altos niveles de contaminación tienen consigo un alto riesgo de infecciones respiratorias, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y cáncer de pulmón.
Calidad del agua
Según el especialista, la situación de la calidad del agua en todo el territorio nacional no es la mejor ya que en todos los municipios y veredas no se cuenta con sistemas de tratamiento de agua potable, que es lo único que garantiza la calidad de agua de consumo.
“Este es el reto actual, aunque siempre lo ha sido, para el sector ambiental a nivel estratégico y es un macro reto que debe abordarse a nivel nacional y con celeridad, cada día el agua de consumo es de menor calidad y su disponibilidad también está comprometida”, comenta González.
Hasta hace unas décadas las Naciones Unidas lograron el acuerdo que los recursos son limitados, escasos y frágiles. La ONU ha planteado un modelo de salud muy integral con la parte ambiental, se llama 'One Health' y es la forma de interpretar esta relación. El modelo argumenta que la salud humana depende de la salud animal y de la calidad ambiental, estas se articulan en una sola.
“La salud es algo continuo que va mucho más allá de lo humano, depende de la salud de las plantas, los animales, y así mismo, depende de la relación entre los ecosistemas y el adecuado funcionamiento del medio ambiente. Nuestra salud es el reflejo de la relación con el medio ambiente y por eso es tan importante que cada uno de los ciudadanos implementemos o promovamos acciones para cuidar de este”, concluye González.