Colombia posee límites marítimos en los océanos Pacífico y Atlántico, los cuales extienden su territorio a un 44 % del territorio nacional. Según el instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, el 25 % del territorio nacional está compuesto por humedales, sumado al 44 % de mares, es decir que, en total, al menos el 69 % del territorio nacional está bajo fuentes hídricas, ¡sí! Colombia es más agua que tierra.
Hollywood y sus películas sobre tiburones nos han creado un imaginario un tanto turbio de estos animales, Los hemos visto atacando constantemente y sin una razón aparente a seres humanos, u incluso, hundiendo fortalezas metálicas para escapar de laboratorios subacuáticos con rejas, todo esto, basado en la supuesta agresividad que les persigue.
Sin embargo, poco o nada nos hemos preguntado ¿Qué aportan a los ecosistemas marinos? ¿Qué tan frecuentes son realmente los ataques de tiburón? o ¿Qué tanta abundancia relativa de las diferentes especies existe en las costas de Colombia? Hoy nos centraremos en esta última, para conocer sobre la presencia de tiburones en costas colombianas, específicamente en aguas del océano Pacífico.
Una investigación conjunta entre biólogos de la Universidad Internacional de la Florida (Estados Unidos) y la Universidad Pontificia Javeriana de Cali busca determinar, en aguas marítimas nariñenses, la presencia relativa de especies de tiburones y rayas, enmarcados en la subclase Elasmobranquios
Para el investigador Diego Cardeñosa, el país pasa por una transición en las políticas de conservación de tiburones, pero “a pesar de tener un decreto presidencial que prohíbe la captura de tiburones, no tenemos un método para identificar su efectividad”. Y es que, según el investigador, se requieren estudios de abundancia relativa para conocer dentro de 5 o 10 años la efectividad de la implementación de las políticas de conservación.
Aunque la abundancia relativa no es un número específico de especies e individuos presentes en una zona concreta, este tipo de estudios permite verificar la presencia de animales como rayas y tiburones y con ello percibir si su presencia es alta o reducida, sirviendo de base para nuevas estrategias.
El estudio realizado en cercanías a los Parques Naturales Nacionales de Sanquianga y Gorgona permitió observar, en el primero, la presencia de dos especies de tiburones martillo en peligro crítico de extinción. Mientras que, en Gorgona, el monitoreo se realizó sobre tres especies de rayas y la presencia de tiburones como aletiblanco y puntas negras, de acuerdo al relato de María Alejandra Herrera, investigadora de la Javeriana de Cali.
Pese a estar en regiones fronterizas entre sí, las condiciones de visibilidad marítima en Saquianga y Gorgona son diferentes. “El uso de técnicas científicas de observación basadas en la instalación de cámaras subacuáticas fue imposible, debido a la poca visibilidad”, cuenta Diego Cardeñosa. Por esto se implementaron métodos de captura con anzuelo, cuyo resultado mejoró con el uso de los anzuelos nativos facilitados por Brayan y Enrique, dos habitantes de la región que sirvieron de guía y apoyo en los estudios realizados.
Precisamente Enrique Revelo, quien es oriundo de la población nariñense de Bazán, asegura que las fechas del año donde la presencia de tiburones “se hace más visible es en Semana Santa, incluso se ven tiburones ballena”. Por su parte Brayan Ruíz, cree que la captura reducida de especies e individuos en Gorgona se debe al tamaño de los anzuelos utilizados, pues las artes de pesca científica usan anzuelos de gran tamaño.
“Uno se imagina el tiburón Martillo de Malpelo que son especies gigantes de dos metros, pero acá (Sanquianga) no. Acá son especies que en edad adulta alcanzan los 45 a 60 centímetros, pero están en peligro crítico de extinción” relata Cardeñosa, quien añade que “encontrar una abundancia local relativamente alta de estas especies es importante y alentador”.
Si bien el estudio se basa en Elasmobranquios, las inmersiones, capturas e instalación de cámaras permitió observar la presencia de diversas especies de tortugas, morenas e incluso la captura de un pargo de casi un metro de largo.
Luego de un día de sol, agua, más sol y más agua, regresamos a nuestra base, el buque Arc Providencia… del cual hablaremos en el próximo capítulo.