A 23 kilómetros de la capital nariñense, hacia la salida suroriental de la ciudad, se encuentra el corregimiento de El Encano, una pequeña población enmarcada por las verdes montañas que se adornan con las espesas nubes grises, evidencia del intenso frío que acoge a propios y visitantes, pero que, se abriga con el calor humano y la sencillez de sus habitantes, quienes ofrecen desde la entrada la deliciosa agua de panela con queso, acompañada con el choclo cocinado, las rosquillas o las galletas rojas, y así, recargar energías para vivir la aventura en este punto del sur del país donde inicia la Amazonía colombiana.
A una altura de 2.780 m.s.n.m., y con una temperatura de 3 a 15 grados centígrados, se encuentra el Lago Guamuez o La Cocha, que en quechua significa laguna, con una extensión de 14 kilómetros de largo, 6.000 de ancho y 75 metros de profundidad, que se constituye en el segundo cuerpo de agua natural de la nación, después de La Tota, ubicada en Cundinamarca.
La Cocha mide 4.240 hectáreas y se puede recorrer en lancha desde el puerto de El Encano. En el trayecto se encuentran las viviendas construidas en madera, adornadas con flores que crecen silvestres en la región, uno de los atractivos para turistas y pescadores deportivos por la belleza del paisaje y la pesca de trucha, alevino introducido a mediados del siglo XX, hoy en día el sustento de muchas familias de esta zona.
Desde el centro de sus entrañas se levanta la isla de La Corota, donde se encuentra el santuario de flora y fauna que lleva su mismo nombre, es el área protegida más pequeña del país, con 15.2 hectáreas. El santuario hace parte integral de todo el contexto ecosistémico del Humedal del Lago Guamuez.
En este territorio se asientan pescadores y agricultores, herederos de los pueblos indígenas Quillasingas, territorio salvaguardado por el Resguardo Refugio del Sol quienes consideran a este como un lugar sagrado, que en el pasado fue sitio de adoración y culto y aún hoy es lugar de peregrinaje y encuentro espiritual.
La Cocha hace parte del Corredor Andino Amazónico Norte, Ecorregión Bordoncillo Patascoy – La Cocha, centro de diversidad estratégico del suroriente colombiano, departamentos de Nariño y Putumayo, rica en diversidad de paisajes, ecosistemas, especies y recursos hídricos de la cuenca amazónica. Es uno de los más extensos humedales altoandinos de Colombia y uno de los más importantes complejos acuíferos del sur occidente del país.
Por toda la riqueza cultural y ambiental que habita en esta región, en el año 2000, mediante el Decreto 698 del 18 de abril, La Cocha o lago Guamuez fue declarada como Humedal de Importancia Nacional e Internacional Ramsar, siendo la primera con esta calificación en la región andina colombiana, que la hace uno de los más importantes ecosistemas estratégicos de la región andino-amazónica nariñense.
Es importante reconocer que la filosofía Ramsar se mueve bajo el concepto de uso racional, que en ámbito de humedales se refiere al mantenimiento de sus características ecológicas, dentro del llamado desarrollo sostenible, con el fin primordial de orientar la gestión ambiental hacia la conservación, protección y recuperación, para el bienestar de la comunidad que lo habita.
Este es el hogar de muchas especies de flora y fauna, es el santuario donde la energía del agua se une con los ancestros y evocan las enseñanzas de quienes habitaron estos territorios, quienes aprendieron de las fuerzas de la naturaleza sobre sus cuidados, en este punto de la Amazonia una vez al año sus habitantes celebran la fiesta de la madre Quilla, mama Luna, para agradecerle por la siembra y la cosecha.
Aquí habitan los duendes cuidadores del bosque, los guardianes de la Amazonía, es el espacio natural de muchas especies que se encontraban en vía de extinción. Parte de ello lo da Pablo Vladimir Trejo, integrante de la escuela de comunicación Los Chasquis Guardianes de la Memoria.
“Reaparecen las especies animales como la danta y el oso andino, se consideran guardianes, ellos regresan a su casa y se manifiestan, por ello se piensa en una estrategia para encaminar la educación hacia la importancia de estos seres vivos en el territorio”, indicó.
Con las enseñanzas de los ancestros, quienes hacen parte del resguardo indígena Refugio del Sol, han emprendido la lucha por este territorio, recuperando el diálogo con la naturaleza, con los espíritus y sus enseñanzas. Dentro de su plan de vida, el Humedal es su prioridad. Braulio Andrés Hidalgo, gobernador del Cabildo, señala que “desde el Pueblo Indígena Quillasinga, Resguardo Refugio del Sol, se han venido realizando algunas acciones para proteger el territorio, desde la espiritualidad por ejemplo, está la toma del remedio que ayuda espiritualmente a salvaguardar , volver a la ritualidad en los lugares sagrados, recorridos territoriales con la guardia indígena, generando estrategias comunicativas desde la emisora con piezas audiovisuales y fotográficas para que se concientice a la comunidad hacia la defensa de la tierra.”
Además de estas estrategias asumidas por la comunidad indígena para proteger el recurso hídrico por medio de la protección de este sistema natural de importancia Ramsar, la comunidad civil del municipio de Pasto ha formado la Red de Reservas Naturales, que asociadas llegan a 57, desde donde han capacitado los pobladores locales en temas de educación ambiental para aplicarlos a sus entornos.