El presidente Iván Duque sancionó el pasado miércoles la Ley de Delitos Ambientales, iniciativa con la que el Gobierno Nacional pretender fortalecer la estrategia de defensa de los recursos naturales del país.
Colombia es el segundo país más biodiverso por kilómetro cuadrado del planeta, después de Brasil, y es además uno de los 20 países más amenazados del planeta por los efectos del cambio climático, evidenciados en el deterioro de los nevados, en el aumento del nivel del mar, en el alza de la temperatura promedio y en el deterioro de la capacidad productiva de los suelos.
Pero no solo enfrenta esos fenómenos, según cifras del Ministerio de Ambiente y el Instituto de Hidrología, la deforestación en el año 2020 aumentó un 8 por ciento, fenómeno que preocupa a las autoridades, organizaciones y líderes ambientales.
Ole Reidar Bergum, consejero y asesor de Bosques y Clima de la Embajada de Noruega en Colombia, asegura que la Ley de Delitos Ambientales es un hito para el país, al incluir precisamente a la deforestación como un delito, que tendrá de 5 a 12 años de cárcel y una multa desde 134 hasta 50 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Las causas de la deforestación van desde la expansión de la frontera agropecuaria, especialmente para ganadería; la siembra de cultivos ilícitos, tala ilegal, la minería e infraestructura, hasta los incendios forestales.
“Con la inclusión del verbo rector “deforestar” y la definición de nuevos delitos como la apropiación de baldíos y el financiamiento de invasión de áreas de importancia ecológica, Colombia cuenta con un marco jurídico para enfrentar el flagelo de la deforestación”, explicó Reidar.
Bergum añade que ahora “el país tiene el gran reto de fortalecer las capacidades de jueces, fiscales y peritos técnicos, para que la ley se aplique adecuadamente en las amplias áreas del territorio colombiano”.
Seis nuevos delitos ambientales
El delito de tráfico de fauna tendrá una multa de 5 a 11 años de prisión y una multa de 300 hasta 40 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.
-El delito de la deforestación tendrá de 5 a 12 años de cárcel y una multa desde 134 hasta 50 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.
- El delito de promoción y financiación de la deforestación tendrá de 8 a 15 años de prisión y una multa de 300 a 50 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.
- El delito de financiación de invasión a áreas de especial importancia ecológica tendrá de 8 a 15 años de prisión y una multa de 300 a 50 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.
- El delito de la apropiación ilegal de los baldíos de la nación tendrá de 6 a 12 años de cárcel y una multa de 140 a 50 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.
- El delito de la financiación de la apropiación ilegal de los baldíos de la nación tendrá de 8 a 15 años y una multa de 300 a 50 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes
Al momento de sancionar la Ley, el presidente Iván Duque aseguró que “la deforestación ha sido un cáncer. La deforestación duele. Duele ver morir un bosque en el país. Por eso, esta ley que acabamos de sancionar no solamente condena y sanciona la deforestación, sino que, además, acaba con esa figura de ser un delito excarcelable y pone el elemento adicional que el que la financie y la patrocine, tiene una pena más alta”, aseveró el mandatario.
En cuanto a los delitos en el Código Penal colombiano como los daños en los recursos naturales y el ecocidio, la caza y pesca ilegal, el aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables y la contaminación ambiental, la Fiscalía General de la Nación contará con nuevas herramientas para judicializar a los responsables de degradar los ecosistemas colombianos y se aumentarán las penas.
Finalmente, Duque manifestó que “si no hay una acción integrada, todo lo que hagamos y todo lo que declaremos, sencillamente será ganar tiempo frente a una tragedia irreparable. El mensaje no es seguir enfrentando estos temas en discusiones diplomáticas y de salón, sino que estamos en un momento crucial de la historia donde ya las acciones no pueden ser tímidas. ¡Tienen que ser decisivas!”, explicó el jefe de Estado.