Asomic está conformada por 22 mujeres excombatientes, quienes trabajan arduamente en proyectos de ganadería, de agricultura, de árboles forestales y de transformación de productos lácteos, en Orito, Putumayo; además, tienen una sastrería, donde confeccionan ropa, subliminan y estampan.
La Asociación surgió en marco de los Acuerdos de Paz y se formó en el Espacio Territorial con las mujeres que allí habitaban, además, se dio en conjunto con Economías Sociales del Común, ECOMUN, e inicialmente recibieron asesoría para la formalizar la parte legal.
Ellas le apostaron a la confección de sudaderas y prendas porque ya lo sabían hacer desde que estaban en las Farc, y han sido ellas mismas las que capacitan a las otras integrantes de la Asociación para poder realizar el trabajo.
La mayoría de mujeres que integran la asociación son excombatientes, pero según Lady Garnica, fiscal de la Asociación, “siempre ha habido una equidad de que todos estamos en un proceso de reincorporación y la reincorporación viene para los excombatientes y sus familiares, nunca se ha excluido a nadie”.
Las mujeres de la Asociación presentan diferentes proyectos para obtener una financiación de las empresas que las apoyan y así empezarlos a ejecutar. Por el momento, su actividad principal es la confección de las sudaderas y la transformación de los productos lácteos. Para Isabel Quina, presidenta de la Asociación, ha sido bastante el avance, pero no el deseado.
“Muchas entidades nos han apoyado porque han visto que le estamos apostando a la paz, pero lo que hemos logrado ha sido muy poco para lo que se quiere, siempre ha sido una lucha constante”, menciona ella.
Para comercializar los productos de la Asociación lo han hecho a través del vos a vos, por redes sociales o por tarjetas. Comenta Lady que “hay personas que ya nos conocen y nos hacen pedidos de prendas personalizadas para sus empresas, pero el dinero que hemos ganado lo hemos utilizado para ir incrementarlo a la misma Asociación”.
Pese a que la Asociación ha tenido acogida no solo en el municipio y en el departamento, sino también a nivel nacional, aún hay cierta estigmatización de parte de algunas personas al enterarse que la Asociación es conformada por excombatientes, “pues en algunos casos si ha habido el rechazo y la estigmatización en cuestión de que cuando ya ven la asociación o las marcas, entonces dicen: es que yo no me quiero involucrar, no me quiero meter, me da miedo”, dice Isabel.
A pesar de los inconvenientes presentados, Asomic ya lleva tres años, tienen a ciertas mujeres de planta porque son quienes confeccionan los productos y reciben unos ingresos mensuales, y hay otras de ellas que se desarrollan en la parte legal de la Asociación.
Una historia de vida
Lady Garnica, es la fiscal de la Asociación, ella conoció desde muy pequeña a las Farc y fue la necesidad la que la llevó a unirse a este grupo ilegal.
“Fueron ellos las personas que me ayudaron para salir adelante, para estudiar, para muchas cosas. Me motivó la necesidad, la necesidad por mis hijos, porque estaba sola, porque no sabía qué hacer”, afirmó Lady.
Duró siete años trabajando con las Farc y durante ese tiempo cumplió con sus labores de madre de manera intermitente, así lo relató ella.
“Yo duraba lejos de mis hijos 15 días o 20 días, iba y los miraba uno o dos días y salía, fue bien complicado eso”.
Durante su estancia en los campamentos de la guerrilla, Lady conoció a un comandante de milicia y fue él quien le brindó el apoyo que ella necesitaba, ese fue el impulso para el comienzo de una relación.
Gracias al proceso de paz, Lady pudo irse a vivir con quien ahora es el amor de su vida, ya que él se también se acogió al Acuerdo y pudo salir hasta el vecino país de Ecuador, donde ella estaba asilada y desde aquel entonces llevan una relación de once años y tienen un niño de nueve años de edad.
Inicialmente, Lady no creía en el proceso de paz, por lo que no se presentó en el momento del reconocimiento, “trabajé mucho tiempo con las Farc, pero no soy acreditada, porque no quise creer en eso”.
Sin embargo, ya cuando el proceso empezó su curso y vio a muchos de sus ‘camaradas’ ser reconocidos como excombatientes e iniciar su proceso de reincorporación a la vida civil, ella decidió ingresar y ya lleva tres años en el Espacio Territorial Heiler Mosquera, donde trabaja como promotora de género y además, trabaja con la Organización Internacional para las Migraciones, OIM.
“La paz hasta donde hemos estado si existe y si hay que creerla, porque la paz la hace uno mismo. Pero en cuestión de cada excombatiente o las personas que estamos reunidas o que le estamos apostando a la paz, puedo decirles que la constancia vence el miedo, que la constancia hace la fuerza y que unidos somos más”, son las palabras de Lady Garnica, una excombatiente que le apuesta al proceso de paz desde el Putumayo.