El presidente Gustavo Petro se refirió este jueves a los casos de falsos positivos reconocidos por ocho militares en una histórica audiencia ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la cual fue transmitida por primera vez en la televisión pública.
Los testimonios fueron impactantes y desgarradores. Se habló de las 49 víctimas encontradas por la justicia transicional, de las cuales solo se pudieron identificar once, incluyendo al menos dos menores de edad.
El mandatario comentó el editorial de El Espectador titulado "Sí, toca decirlo: en Colombia hubo ejecuciones extrajudiciales" y afirmó: "este es el peor crimen contra la humanidad cometido en la época contemporánea. Aquellos que lo aplauden o niegan, están negando la posibilidad de construir la reconciliación en Colombia sobre estas cenizas".
Asimismo, señaló que los autores intelectuales y materiales de estos asesinatos han manchado las páginas más oscuras de la historia del país, y que su motivación era "simplemente obtener votos, aplausos populares, beneficios personales o una medalla".
Finalmente, reflexionó sobre el concepto de "seguridad", explicando que "una seguridad construida sobre la sangre inocente de miles no es seguridad en absoluto, sino la mayor inseguridad humana". También subrayó que la responsabilidad de su gobierno ahora es reparar a las víctimas y, sobre todo, "evitar que la historia se repita".
Esto también hace referencia a los comentarios del expresidente Álvaro Uribe en su cuenta de Twitter sobre el mismo tema: "Aparecen casos de falsos positivos en Dabeiba con fechas anteriores a mi gobierno, lo cual no atenúa la gravedad de la traición".
Uribe añadió que "se deben recordar los logros de la Seguridad Democrática a pesar de los adversarios y traidores. Mis críticos no tuvieron que pedir permiso a los criminales para hacer política. En todas las elecciones, los violentos amenazan a nuestros electores".
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Aunque Petro no estuvo presente en la audiencia, representantes del Gobierno participaron en el evento. Entre ellos se encontraban el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda; el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco; y el ministro de Justicia, Néstor Osuna.
Osuna afirmó: "aquí se ha ofendido en lo más profundo el valor de la vida. ¿Cómo fue posible que cientos de jóvenes humildes fueran asesinados por agentes del Estado, presentados como bajas en combate, enterrados en cementerios y posteriormente ocultados e impunes? ¿Cómo fue posible que esto se normalizara y se convirtiera en una política pública?".
Durante su intervención, lamentó que Dabeiba sea un ejemplo tan representativo de la historia del país, siendo casi una radiografía, ya que allí confluyeron diferentes actores armados ilegales y hechos violentos que afectaron a la población.