En el municipio de Florida, Valle del Cauca, hay más de sesenta mil habitantes alegres que viven al son del pasillo, el currulao, el bambuco, la salsa y muchos más ritmos, que son muestra de la diversidad del territorio. Un lugar donde la cultura y la danza se conservan gracias a los esfuerzos de gestores como Moisés Marulanda que, desde los años 70, le ha apostado al folclor para enaltecer el municipio, el departamento y el país.
Moisés Marulanda García nació el 12 de noviembre de 1947 y creció en un hogar humilde de Montenegro, Quindío. Diariamente caminaba una hora y media para poder estudiar, pues la escuela pública a la que asistía quedaba en zona rural. Durante esas largas jornadas de caminatas por trocha, él conoció su gran pasión: la danza.
“De camino a mi escuela había un colegio que era de un nivel económico superior y allá tenían instructor de danza. Entonces cada vez que él iba me paraba ahí para ver ensayar a los niños. Hasta que un día el instructor me vio y me invitó a la clase… ese día me dieron duro porque me quedé ensayando y llegué tarde a la casa”, cuenta Moisés entre risas.
Esa primera experiencia con la danza folclórica lo motivó a buscar espacios para desenvolver su pasión, ingresando, cuando aún era un menor de edad, primero al Instituto Nacional de Cultura y después al Ballet Folclórico de Colombia.
“Entonces mi mamá me pagaba los pasajes los fines de semana para ir a Bogotá y formarme como bailarín en el Instituto Nacional de Cultura. Ahí me fui metiendo y terminé en el Ballet Folclórico de Colombia de Delia Zapata Olivella”, explica Moises.
En el Ballet Folclórico de Colombia, Moisés comenzó cargando maletas e instrumentos, observando con atención las indicaciones de la maestra Zapata y los pasos de los bailarines profesionales de la época. De a poco, el pequeño Moisés aprendió los movimientos de cada coreografía, esperando su oportunidad.
«Un día le faltó un bailarín y esa señora estaba bravísima y me dijo “¿Cuánto tiempo llevas ahí? ¿Aprendiste o no aprendiste?” y yo le dije “Sí, maestra. Yo ya me sé eso” y me metió y tres meses después el Ballet hacía una gira y me tuvieron que sacar el pasaporte», cuenta Moisés, que siempre practicaba a un costado del escenario los pasos de cada coreografía.
Gracias a su talento, Moisés continuó como bailarín, participando en giras del Ballet por países de América, Europa y Asia. Todo esto, mientras intentaba compaginar el arte con su vida laboral.
“Tocaba trabajar porque el Ballet solo daba los viáticos para las giras y nada más. Entonces yo trabajé en varias empresas, como Expreso Trejos, Blanco y Negro y el Ingenio Balcilla, entre semana y los fines de semana me iba para Bogotá para los ensayos y presentaciones”, expresa Moisés, que cuando trabajó en Expreso Trejos se colaba en los vehículos de la empresa con rumbo a Bogotá.
Para Moisés la danza era una pasión tan grande que nunca dudó en renunciar a sus trabajos para irse de gira con el Ballet Folclórico Nacional. Así fue hasta la década de 1970, cuando se casó y se estableció en el municipio de Florida. Allí, inquieto por seguir bailando, le surgió la idea de armar su propio grupo de danza folclórica, el cual llamó Grupo de Danza Raza de Colombia.
«Entonces comencé a buscar gente y le decía a los hombres “ve, a vos no te gusta la danza” y decían “No, eso no es para hombres”. Y bueno, yo me conseguí un poco de atravesados y a uno le dije “Ojo que te van a decir que sos gay” y él me dijo “El que me diga eso le pegó un machetazo”», cuenta Moisés, mientras recuerda que tuvo que buscar bailarines entre sus compañeros del Ingenio Balcilla.
El Grupo de Danza Raza de Colombia inició bajo la dirección de Moisés y en 1976, el mismo año de su fundación, tuvo su primera presentación.
“Nosotros teníamos que ir a Corinto, en el Cauca, y le pedimos ayuda al alcalde de esa época con el transporte y nos dijo que solo tenía la volqueta de la basura. Entonces nos fuimos en la parte de atrás de esa volqueta, cubiertos por las faldas de las bailarinas para evitar el polvo” recuerda Moisés.
Durante 20 años el grupo Danza Raza de Colombia fue el gran referente artístico de Florida, realizando presentaciones en el pueblo y en cada pequeño escenario que les abriera las puertas. Sin embargo, para Moisés era insuficiente y en 1996 sintió la necesidad de crear un festival para mostrar los procesos al interior del grupo de danza.
“Nadie nos invitaba a nada porque nadie nos conocía. Entonces ahí dijimos que íbamos a hacer un festival de danza y así armamos el Festival de Danzas Folclóricas Colombia Baila” dice Moises.
El primer Festival Colombia Baila tuvo lugar el 18 de octubre de 1996 en el Coliseo Los Fundadores de Florida, siendo un encuentro de danza regional que contó con la participación de instituciones educativas y grupos independientes. Por su parte, en el 2001 el Festival se volvió nacional con la presentación de grupos de danzas folclóricas de los departamentos de Antioquia, Atlántico, Meta, Nariño, Quindío, Santander, Tolima y Valle del Cauca.
Ya en 2005, el Festival Colombia Baila creció de tal manera que se trasladó a la plaza principal de Florida, contando por primera vez con muestras de grupos folclóricos de países como Polonia, México, Ecuador, Perú, Argentina, Chile, Panamá y Costa Rica.
De la mano del Festival Colombia Baila se creó la Fundación Raíces Folclóricas, una organización que busca generar espacios para el desarrollo de la danza folclórica, fomentando su conservación, fortalecimiento y difusión.
“Actualmente la Fundación está conformada por diferentes colectivos, semilleros infantiles, prejuveniles, juveniles y el grupo de mayores. Esos son los diferentes ballets o grupos folclóricos de nuestra fundación” explica Moisés sobre la Fundación Raíces Folclóricas, que con su Ballet Folclórica ha estado en países como Francia, Inglaterra, Alemania y España.
Todos estos procesos realizados a partir de la autogestión e iniciativa de Moisés, que, a sus 76 años, ha movido cielo y tierra para que las danzas folclóricas en Florida se conserven.
“Se ha perdido ese sentido de pertenencia por las danzas típicas, por lo que nosotros, los mayores, estamos buscando rescatar nuestras raíces contagiando a los jóvenes. Después de todo, si no somos nosotros ¿Quién?”, enfatiza Moises.
De esta manera, Moisés Marulanda García se ha dedicado durante 46 años a promover la cultura y el desarrollo de la danza folclórica en Florida. Apostándole a representar a nuestro territorio desde la alegría y la tradición de nuestro pueblo.