A sus 70 años, Henry Alcántara, nacido en Restrepo y radicado en Villavicencio, ambos municipios en el Meta, es un llanero amante de su tierra y de su cultura, sentimiento que lo llevó a convertirse en investigador e instructor de nudos. También, se ha desempeñado como publicista, escultor, folclorista, montañista, ha recorrido Parque Nacional Natural Chingaza, y le gusta visitar cascadas.
Por consiguiente, cada vez que puede comparte su eslogan que es ‘llanero 100 por ciento’, porque se siente orgulloso de ser una de las personas que impulsa a otras a que visiten el llano y se enamoren de la riqueza hidrográfica y folclórica de este territorio.
Pero, antes de convertirse en un referente de cultura, cabe mencionar esos recuerdos que describe como un pasado muy interesante, cuando a sus 17 años terminó el bachillerato en el Instituto Técnico Industrial de Villavicencio y seguidamente ingresó a la Armada Nacional.
Allí, estuvo por siete años, cuatro de ellos en el Buque Escuela Gloria, enseñándoles navegación a vela a cadetes próximos oficiales, esto le permitió estar por Europa, recorrer todas las Antillas, Hawái, Japón, China, Corea y Rusia. Luego, estuvo otros siete años en la zona norte de Colombia, capitaneando veleros.
Así pues, toda esa experiencia que sumó navegando mares, despertó su interés por la realización de los nudos, y una vez de regreso al llano, se dedicó a recorrer hatos para fortalecer estos conocimientos. De hecho, su nivel es tan alto, que ya pasó por los 100 nudos y tejidos, razón por la que sus paisanos lo conocen como ‘El Rey de los Nudos’; ahora ofrece instrucciones en este arte.
“El ganadero siempre tiene como fuentes y se mide su estrategia y su valor en la destreza de elaboración de nudos para los trabajos del llano. Es necesario estar investigando todos los días de la vida y en mi caso, me capacité y he ofrecido esta enseñanza a los interesados”, explicó Henry.
Seguido a esto, indicó que los nudos se clasifican en: nudos de trabajo, de unión, de fantasía, de pesca, y los de trenzas y tejidos, que dependiendo de la empleabilidad de quien los necesita, así mismo cobran importancia.
“Para la pesca, para el ordeño, para asegurar una bestia, cuando se van a unir dos rejos, colgar un chinchorro, todo esto le aporta a la labor del campesino”, puntualizó.
Y es que, basta con detenerse a observar la rapidez con la que elabora un nudo, para admirar su talento, que mientras explicaba el tema en el Parque Infantil de la capital del Meta, era inevitable que quienes pasaran por el lugar se acercaran, se detuvieran curiosos, y también hasta le hicieran preguntas.
"Me parece muy interesante que haya alguien que sepa hacer nudos de esta manera, de pequeño me enseñaron nudos básicos como el nudo moreno, pero por mucho me sé tres, así que es interesante lo que está realizando Henry como rescate y valor cultural", manifestó Luis Pérez, habitante de Villavicencio.
Por cierto, un cuadro de nudos ganaderos realizado por Henry reposa en un punto del Instituto de Cultura del Meta, ubicado en el Parque Santander, por donde se la pasa conversando con amigos y conocidos, que disfrutan de sus historias y saberes.
A resumidas cuentas, Henry Alcántara, continuará hasta que pueda, en la labor de enseñar a propios y turistas su amplia destreza en nudos ganaderos, para él, lo más gratificante es seguir con sus conocimientos aportándole a la cultura llanera.