El mapa político colombiano para el Congreso 2022- 2026 tuvo un fuerte revolcón en las elecciones legislativas del 13 de marzo, donde en el Senado, el Pacto Histórico obtuvo más de dos millones votos que le otorgaron 16 curules, las mismas del partido Conservador, 15 que ocuparán los liberales, 14 de la Alianza Centro Esperanza, los mismos del Centro Democrático. Mientras tanto, Cambio Radical llega con 11, el Partido de la U con 10, y la Coalición Mira- Colombia Justa Libres con cuatro; el Movimiento Mais y la coalición AICO ( Movimiento Autoridades Indígenas de Colombia), cada uno con una curul.
“Sin duda, el gran ganador es el Pacto Histórico, que desplaza a buena parte los partidos de la derecha, principalmente al Centro Democrático que hace cuatro años tuvo 19 curules y a Cambio Radical que tuvo 16. La izquierda logra una mayor participación que en las elecciones pasadas, lo que evidencia que es una alianza que está funcionando, logrando mayor reconocimiento y representación en el país”, señala Adriana Otálora Buitrago, docente investigadora de la Universidad de La Salle.
Siendo esta la primera vez que la izquierda logra tener una representación significativa en el Senado y una alta posibilidad para la Presidencia de la República. “La izquierda ha tendido a estar bastante atomizada, y pareciera que ahora está logrando una unión de los distintos movimientos de izquierda, que por supuesto va a depender de la habilidad de los líderes del Pacto Histórico para incluir todas las demandas de la izquierda (que son muchas), explica la docente.
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En Cámara
Algo similar ocurrió con las elecciones para Cámara de Representantes, donde 32 curules fueron para el Partido Liberal, 25 para el Pacto Histórico, 25 para el Partido Conservador, 16 para la U, 16 para Cambio Radical, 15 para el Centro Democrático, 11 para la Alianza Verde, dos para Liga de Gobernantes Anticorrupción y de a una para la Coalición Mira- Colombia Justa Libres, el Nuevo Liberalismo, la coalición Centro Esperanza, y la Coalición Cambio Radical, Colombia Justa Libres y Mira.
Frente a estos resultados, Otálora señala que se repite un liderazgo del Pacto Histórico “con una mayor votación en ciudades como Bogotá, mientras que otras zonas con mayor densidad demográfica varía la distribución de los partidos políticos con una tendencia más hacia el centro y la izquierda. No obstante, en las zonas donde ha habido un mayor impacto del conflicto armado como la Orinoco- Amazonía, el Cauca y el Catatumbo hubo una mayor votación de los partidos de derecha (Centro Democrático y Cambio Radical)”, afirmó la docente.
Junto al Pacto Histórico, la experta señala, otros grandes ganadores son los partidos Conservador y Liberal, que hace cuatro años se vieron debilitados pero que ahora comienzan a tomar más fuerza, relacionada con alianzas de sus militantes con opciones presidenciales distintas, donde hay una lealtad de partido que les está devolviendo fuerza y estabilidad, mientras que los grandes derrotados fueron el Centro Democrático y Cambio Radical, teniendo en cuenta la representación que tenían hace cuatro años cuando eran mayoría.
Para el caso de Bogotá, por ejemplo, el Pacto Histórico tendrá siete representantes, el Partido Alianza Verde tres, el Centro Democrático dos, y con una, el Nuevo Liberalismo, la Coalición Centro Esperanza, el partido Liberal, la Coalición Mira- Colombia Justa Libres, Cambio Radical y la Coalición del partido Conservador y la ‘U’.
Los resultados de estas legislativas, según Otálora, “evidencian que en el país se está haciendo otro tipo de política, donde son ganadores aquellos que defienden temas que les interesan a los jóvenes. Si bien algunos de los ganadores ya han participado en política, hay una mayor votación personas más jóvenes, personas de municipios intermedios del país, con campañas basadas en el carisma y en la defensa de intereses concretos y de crítica a las instituciones y a la política tradicionales”.
Curules de paz
Este año, por primera vez en la historia colombiana, las víctimas del conflicto eligieron a los 16 representantes a la Cámara de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, Citrep, creadas en el marco de los Acuerdos de paz, para los 167 municipios más golpeados por la violencia y el conflicto armado, repartidos en 18 de los 32 departamentos del país.
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Estos fueron algunos de los resultados: en Cauca y Nariño, el partido más votado fue Asointec; en Arauca, la Asociación de Víctimas intercultural y regional; en Antioquia, la Asociación de Desplazados del municipio de Briceño; en Norte de Santander, la Asociación de Familias Desplazadas de Hacarí; en el Caquetá, la Fundación Igualdad Social; en Chocó, el Consejo Comunitario de Novita (Cocoman); en Bolívar, la Corporación Narrar para vivir; en el Cauca, el Consejo Comunitario del Río Naya, entre otros.
“Aquí la duda es qué tan legítimas fueron esas elecciones de las curules de paz, por esas condiciones estructurales, puesto que lo que buscan es consolidar ya la paz en los territorios, pero esos procesos han estado truncados, no se ha logrado mayor institucionalidad en los territorios, y por eso mismo las víctimas que participan en estas 16 circunscripciones están en desventaja. Ni siquiera se logró una pedagogía electoral para que pudiera ser más efectiva su participación política”, apunta Otálora Buitrago.
Desde la perspectiva de la docente, este es un proceso largo que requiere mayor presencia y apoyo institucional en las regiones más apartadas y más golpeadas por la violencia que para que sea efectivo. “Uno esperaría que fueran elegidas no solo por dos periodos sino que lograrán permanecer en el tiempo y consolidarse”, concluye.