Si sus planes para el Año Nuevo contemplan cambiar algunos hábitos poco saludables, de seguro su corazón será el primero en agradecerlo. La salud cardiovascular está plenamente relacionada con los hábitos de vida, una alimentación saludable y balanceada, y la relación que trasciende a lo espiritual, por eso, cualquier desequilibrio en alguna de estas tres áreas podría desencadenar enfermedades tan complejas como insuficiencia cardiaca, infartos, hipertensión, entre otras.
Según el doctor Juan Camilo Pedreros, internista, cardiólogo y miembro del grupo de insuficiencia cardíaca de la Clínica Shaio, esos tres componentes son los pilares del bienestar cardiovascular y, por el contrario, el sedentarismo, el exceso de grasas y azúcares y hasta el estrés son sus más grandes detractores.
“Para hablar de una buena salud cardiovascular hay que tener en cuenta hábitos de alimentación saludable y balanceada que contemple una disminución de grasas y azúcares. Pero también se debe contemplar la actividad física para un buen balance”, indicó.
No todos los pacientes corren el mismo peligro de padecer de una enfermedad cardiovascular ya que factores como la historia familiar y el sobrepeso pueden influir.
“Personas que hagan parte de estos grupos de personas de seguro deberán tener recomendaciones especiales, además el sedentarismo, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, el aumento exagerado de alimentos de alta energía y producción calórica como azúcares procesados, y otros factores del ambiente como el estrés situacional pueden desencadenar eventos cardiovasculares”, aclaró.
Expertos en salud aseguran que el alimento es el combustible del cuerpo y, según la calidad de este, se modificará el comportamiento del cuerpo. Para el doctor Pedreros, los alimentos serán los encargados de proteger o averiar el corazón.
“Particularmente los alimentos con altas concentraciones de grasas y azúcares aportan altas cargas de energía para las cuales el corazón no está diseñado, por lo cual, se van acumulando en las arterias. Los azúcares producen una considerable inflamación en el aparato vascular y es ahí cuando se presenta el incremento de enfermedades como infartos, arritmias cardiacas, hipertensión arterial, etc., y estos se presentan con más ahínco cuando hay sedentarismo y malos hábitos de vida”.
El estrés, la falta de sueño y los problemas emocionales también pueden desencadenar afecciones al corazón, y estos van más allá de una ruptura amorosa que ‘le rompa el corazón’.
“Para el mantenimiento de la salud cardiovascular hay muchos factores como se ha mencionado: buena alimentación, actividad física, y evitar el estrés emocional. En muchos casos los pacientes que tienen una carga cardiovascular y no lo han notado. Estas personas pueden estar siendo víctimas del estrés físico, lo que desencadenará una situación cardiovascular que no tenía la atención que requería. Está demostrado por estudios científicos que las enfermedades cardiovasculares tienen una fuerte relación con fenómenos emocionales y lo que se conoce como el “síndrome del corazón roto”.
Con lo anterior, si su propósito de fin de año es tener una vida menos sedentaria y proteger su corazón, es importante iniciar jornadas de actividad física con intensidad moderada de 30 a 40 minutos mínimo tres veces por semana. Recuerde que los extremos son perjudiciales.
“Tanto el sedentarismo como actividad física de alto impacto pueden ser perjudiciales. Puede arrancar con actividades suaves como caminar, trotar, meditar, o hacer yoga; hacer actividades que estimulen la función cardiovascular y la producción endógena que contribuyen con factores antinflamatorios que protegen arterias y el corazón”.
Recomendaciones puntuales para cuidar su salud cardiovascular:
- No cambiar drásticamente hábitos de alimentación.
- Hacer actividad física de forma regular y con una intensidad moderada.
- Disminuir el consumo de azúcares procesados, grasas de fuente animal y alimentos procesados.
- Mantenerse espiritualmente tranquilo.
- Personas con antecedentes cardiacos o enfermedades cardiovasculares no deben suspender sus medicamentos ni sus controles médicos.