En la localidad de Teusaquillo de Bogotá está el que será el hogar del papa Francisco durante su visita apostólica a Colombia. Justo a la altura de la Carrera 15 con Calle 36 se encuentra la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede (el Vaticano), en donde ya todo está acondicionado para recibir al sumo pontífice.
De hecho, no es la primera vez que este lugar aloja a un sucesor de Pedro en el país, ya que también fue el hogar en el que estuvo Pablo VI en 1968, Juan Pablo II en 1986 y ahora el papa Francisco, treinta años después de esta última visita.

A primera vista, quien ingrese a la Embajada de la Santa Sede en Bogotá podrá ver un patio de gran dimensión que cuenta con flores coloridas, una fuente en mármol y un templo de arquitectura colonial en el que el papa tendrá el espacio para comenzar su jornada de oración a las 4:30 de la madrugada, como será de costumbre todos los días.
Salas emblemáticas y habitaciones sencillas
Al llegar al salón principal de esta sede se encuentran dos placas conmemorativas que evocan las fechas en las que vinieron a Colombia los papas Pablo VI y Juan Pablo II. Allí todo está listo para que Francisco atienda las audiencias que decida tener en el país.
Más adelante, dos escaleras que confluyen en el segundo piso comunican a las zonas privadas de la Nunciatura, en donde a primera vista - en el pasillo - se puede apreciar un retrato del sumo pontífice, que fue pintado por el colombiano Leonardo Luque.

De la habitación de Francisco se conoce que es muy sencilla y de acuerdo con Ettore Balestrero, nuncio apostólico en Colombia, no tiene mayores lujos: una cama normal y al frente un cuadro del Beato Marianito de Angostura, declarado ‘patrono de la paz’ por San Juan Pablo II cuando era papa.
Lo que no puede faltar: la comida
En el primer piso de la Nunciatura Apostólica también está dispuesta una cocina en la que la la chef Carmenza Morales y una religiosa de la comunidad de las Hijas del Fiat, darán vuelco a la imaginación preparando diversos platos de la gastronomía colombiana para sorprender al papa Francisco.

Se conoce que del Vaticano no reportaron muchas restricciones respecto a la comida con la que se deleitará el vicario de Roma. Desayuno tipo ‘buffet’, diversidad de panes, almuerzos equilibrados y postres como merengón, el tradicional pastel gloria y otros típicos como los enyucados de la Costa Pacífica, hacen parte del menú, sumado a los bananos, fruta favorita del papa.

“Crece la emoción y esa presión que uno siente, como si el corazón se le fuera a salir. Yo me he estado preparando y ha sido un proceso largo (…) Yo estoy imaginando muchas cosas. Muy seguramente él vendrá a la cocina, muy seguramente nos dará la bendición en la mesa”, asegura Morales, que tiene la responsabilidad de deleitar al papa con todos los platos de nuestro país.