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La casa artesanal Kankuama: símbolo de resistencia y resiliencia de las mujeres indígenas kankuamas en Valledupar

La Asociación de Artesanas Indígenas de la Sierra Nevada (ASOARKA) inaugura La Casa Artesanal Kankuama, un espacio de resistencia y empoderamiento para 250 mujeres.
Casa artesanal Kankuama, en Valledupar
Foto: Yohomar Elena Navarro
Yohomar Elena Navarro Cujia

En pleno corazón del centro histórico de la capital del Cesar, muy cerca de la plaza Alfonso López, abrió sus puertas La Casa Artesanal Kankuama, un emprendimiento del que hacen parte 250 mujeres que conforman la Asociación de Artesanas Indígenas de la Sierra Nevada.

La Casa Artesanal Kankuama es un símbolo de resistencia y resiliencia de estas mujeres indígenas, a través del tejido y la elaboración de productos artesanales.

“Estamos aperturando esta tienda en Valledupar. Las personas que nos visiten podrán sumergirse en todos nuestros saberes propios ancestrales. Vamos a tener demostración de oficio de todo el proceso artesanal”. Preciso Carolina Sequeda y artesana gerente de la tienda. Agregó, además: “Para nosotras es un paso fundamental el poder tener un lugar donde podamos comercializar directamente estos productos sin intermediarios y que ellos conozcan el proceso artesanal de manera directa”.

Productos como panela atanquera, alfandoque, dulces de frutas y tubérculos tradicionales, así como cacao. En La Casa podrán conocer la experiencia de la extracción del fique, el tinturado, hilado, tejido y diseño de las gloriosas artesanías en fique y lana de ovejo.


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Tatiana Torres es una joven artesana de 25 años que considera significativa la presencia de la tienda porque de alguna manera ayuda con el sustento económico de los jóvenes que les toca estudiar por fuera del territorio ancestral kankuamo y, además, fortalecer la identidad y la cultura kankuamo. A través de las mochilas que teje como aporte para la tienda, asegura Tatiana, puede expresar su pensamiento: “Es si tomara un lapicero y un cuaderno para escribir lo que siento y escucho”.

Mientras se cumplían los rituales propios de su etnia para la inauguración de la tienda, una de las socias, Arelis Arias Martínez, tejía una mochila en la técnica lata, con colores de nola, dijo, una especie de tono terracota y marrón.

Ella aporta sus tejidos para muestras en ferias y plazas con gran público. Para esta artesana, estos tejidos que realiza hoy significan que la tienda la están construyendo con el pensamiento; es elaborada en fique, y afirma que “tratará de hacer muchos diseños para elementos decorativos del hogar”.

Jhoryed Karina Martínez Rodríguez está muy feliz con la apertura de la tienda. "Es un proceso muy luchado de las mujeres, hace muchísimos años, y también ha significado reinventarnos y adaptarnos a un contexto de ciudad complejo para las artesanas". Es muy significativo; es un espacio que recoge a las familias y la resistencia del pueblo kankuamo a través de sus prácticas culturales”, concluyó.

Fernando Escalante, un turista que visitó la tienda, se declaró asombrado gratamente: “El tejer aquí es muy bonito, de veras, hay mucha cultura, un pensamiento, un territorio, todo un sentir para todos los matices, diseños, patrones, figuras; hay un lenguaje de la mujer plasmado en las artesanías, las mochilas, mucho amor, todo muy bonito”.

La Asociación de Artesanas Indígenas Kankuamas, ASOARKA, se constituyó hace más de 18 años para que ellas tengan su sustento para sus familias kankuamas. Son, en su mayoría, mujeres cabeza de hogar, víctimas del conflicto armado que han sido muy afectadas y que, a través del tejido, han encontrado la forma de resistencia y de resiliencia en el territorio.


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Jaime Luis Arias, Cabildo Gobernador Kankuamo: “Esta apertura de esta casa es fruto del empoderamiento de las mujeres que, a través de la Asociación de Artesanas Asoarka, han construido un proceso de incidencia y visibilización, pero también de reconocer esa labor y compartir ese tejido natural, esa sabiduría, ese conocimiento, esa responsabilidad de cuidar la vida, la cultura y el territorio”.

Más que una casa, es la representación de un proceso, es transmitir el conocimiento, mantenerlo en el tiempo y garantizar que ellas mismas sean las que sigan liderando este espacio, concluyó el Cabildo Gobernador.

Esta unidad comercial del pueblo kankuamo es posible gracias a los productos elaborados a mano en fibra vegetal como el maguey y las tinturas, que son plantas, cortezas, conchas, árboles, flores de productos que ofrece la Sierra Nevada.

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