Hace 38 años ocurrió el desastre natural que desapareció al municipio de Armero, en Tolima, y que dejó cerca de 25,000 víctimas mortales. A propósito de esta conmemoración, el Ministerio de Cultura de Colombia realizará actos especiales en dicho territorio.
“Aún hay muchas víctimas que están esperando una respuesta efectiva de reconocimiento por parte del gobierno Nacional. Son pocos los gobiernos que han ido hasta allí, y nosotros vamos a ir este próximo 13 de noviembre con algunos representantes a la Cámara como la doctora Marta Alfonso. Acompañados por el ministro de Salud, vamos a reconocer a la comunidad que está asentada en Armero Guayabal”, mencionó Juan David Correa, ministro de Cultura.
Dentro del recorrido, se va a tener una conversación franca, con miras a lo que será la conmemoración de los 40 años en 2025. Según el mandatario, aún hay un conpes que se debe cumplir y esa es la intención de este gobierno.
“Allí ocurrió una tragedia que no podemos olvidar. Es necesario establecer un proceso de limpieza para honrar ese lugar, porque es un sitio importante para quienes todavía estamos haciendo duelo de esa tragedia, me incluyo, porque allí murieron mis abuelos. Además, queremos decirle a la comunidad que tenemos misiones por cumplir y que lo que queremos hacer”, agregó.
El ministro de Cultura es el autor del libro ‘El barro y el silencio’, donde están consignados detalles de esta tragedia. Los eventos que se adelantan en torno a la conmemoración de esta fecha son también apoyados e impulsados por la representante a la Cámara por el departamento del Tolima Marta Alfonso, quien afirma que aún hay mucho hermetismo en torno a este tema.
“Es una tragedia que durante muchos años nos ha recordado los problemas de planeación y prevención del riesgo en Colombia. La tragedia de Armero hizo que en Colombia naciera el Sistema de Unidad Nacional de Gestión del Riesgo. Nosotros llevamos cerca de un año insistiendo en la necesidad de impulsar el proceso de implementación de la Ley de Honores de Armero, la ley 1632 de 2013”, menciona la representante.
Esta ley se creó precisamente para lograr, entre tanto, la regulación de los predios que quedaron en el lugar. Estos terrenos tienen, según la representante, dueños que son sobrevivientes y que todavía reclaman derechos sobre la tierra, que estaría bajo el control del Estado. La intención sería comprar dichos predios para declarar de interés público ese territorio, y construir allí algo que se le prometió a las víctimas: el llamado el ‘Parque de la Vida’, un lugar de peregrinación religiosa para rendir homenaje a la memoria de los afectados.
“Hay unos decretos reglamentarios para crear la comisión intersectorial que permita la coordinación de acciones para la implementación de esta ley de honores. Desafortunadamente, ha sido muy lento el tema, ha habido mucho silencio y esperamos que hoy de la mano del ministro, que es un doliente de este tema, podamos avanzar en esa implementación”, agrega Alfonso.
Según el ministro de Cultura, todo esto aún está en proyectos. Actualmente, lo que se hace desde el gobierno es abrir una puerta a un primer reconocimiento para que estas acciones se cumplan. Lo que solicitan las víctimas a la Superintendencia de Notariado es el registro que tiene, para aportar a la tarea de reconocer cada predio.
“Es inaudito que gente que tenía allí sus predios, aún no pueden saber con certeza cuál es el destino de esos predios y cómo se van a reconocer. Esto tiene que ver con el Departamento Nacional de Planeación y con el Ministerio de Hacienda. Lo que vamos a hacer, para que la gente lo entienda, es comenzar este proceso de una manera institucional. Vamos a reconocer a las víctimas de este país y vamos a pedirles perdón cuando haya que hacerlo como Estado, cuando haya que hacerlo”, agrega el ministro.
Según ambos mandatarios, esta tragedia se pudo evitar si se hubiera hecho caso a las múltiples alertas interpuestas por geólogos internacionales, y demás funcionarios que en ese entonces le advirtieron al ministro de Minas. “Aunque tarde y lento, el estado tiene que llegar y tiene que abrazar a la gente que ha sufrido en este país”, sostienen.
La tragedia de Armero habría generado un grave impacto a la economía de Tolima, departamento que aún estaría “silenciado”, según la representante Martha Alfonso.
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“No hay restitución de derechos, el Tolima comenzó a quedar silenciado. Pasan las inversiones en materia de grandes vías, pero no para el departamento como tal, creo todo eso fue generando un imaginario institucional de que si en el Tolima no se hace nada, no pasa nada. Hoy el departamento tiene tres volcanes activos y hay todo un sistema de gestión del riesgo que funciona de manera muy irregular” agrega Alfonso.
La ley de Honores da tareas concretas a las entidades, una de esas son los honores a la ciudad perdida de Armero. Una de las labores primordiales en torno a ese territorio, es el establecimiento del Registro Único de Propietarios, que permita la restitución jurídica de los predios y el pago de la correspondiente compensación económica a los propietarios de la época.
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