Por: Richard Hernández.
El presidente de Colombia, Iván Duque, sancionó la ley 2059 del 21 de octubre del 2020, mediante la cual se declara al municipio casanareño de Orocué, como patrimonio histórico y cultural de la nación, exaltando su condición de cuna de la obra literaria La Vorágine.
Una buena noticia para esta región y para el grupo denominado “Alianza La Vorágine” conformado por intelectuales, historiadores y periodistas que lograron hacer llegar el proyecto con esta iniciativa ante la Cámara en el 2016.
La nueva ley autoriza al Gobierno Nacional la inversión en obras de utilidad pública e interés social e histórico tan importantes como la restauración y adecuación de la Casa Amézquita para convertirla en Casa Museo Cuna de La Vorágine y centro de memoria histórica, y la construcción de la Biblioteca Municipal José Eustasio Rivera, con una subdirección especializada en la obra literaria.
Asimismo, faculta la construcción de la Escuela de formación de escritores José Eustasio Rivera, con énfasis en los escenarios, circunstancias y personajes de la cultura y el folklore llanero y la construcción del sendero y parque lineal histórico La Vorágine, que incluye unas cápsulas virtuales para proyección de la obra en 3D.
También se estableció que el Ministerio de Cultura apoyará con la elaboración, tramitación, ejecución y financiación de los proyectos de patrimonio material, e inmaterial, la remodelación, recuperación y construcción de los monumentos e infraestructura cultural e histórica del municipio de Orocué, incluido el proyecto de “La ruta turística La Vorágine”.
La Casa Amezquita es un icono en la historia de la literatura colombiana porque allí se hospedo el abogado y poeta José Eustasio Rivera, cuando llegó en 1918 a Orocué a resolver un litigio en los hatos de Mata de Palma y Mata de Vaquero.
“Mi abuelo Teodoro Amezquita le ofreció la oficina para que llevará el proceso y en ese lugar Rivera se inspiró para escribir su emblemática obra, por eso a Orocué se le conoce como “La cuna de la Vorágine”. Esta casa guarda una gran historia que fue conservada por una de sus hijas, Isabel Amézquita (Chavita). Ahí nosotros nos criamos y crecimos escuchando la historia y no podíamos dejarla perder, por eso ahora es la Casa museo La Vorágine”, señala Carmen Julia Mejía Amezquita, representante legal y socia creadora de la fundación Isana.
El nombre de la fundación creada por la familia Amezquita para preservar la historia de Orocué y la casa en donde se alojó el escritor huilense autor de este clásico de la literatura hispanoamericana, debe su nombre al rio Isana, señalado en la obra literaria de la Vorágine, cuando el protagonista Aturo Cova, le pide a Clemente Silva, su guía en la selva, “llévame al Isana”, convencido que ese era el camino correcto para encontrar a su amada Alicia.
La Casa Amezquita es una edificación modesta, que data de 1898. Fue posible conservarla gracias a las gestiones de la Fundación Isana, a través de un convenio marco, con la Universidad de La Salle. Mediante ese acuerdo se hizo el levantamiento arquitectónico, el registro fotográfico y un estudio del estado del inmueble, planeando así las acciones dirigidas a la conservación de la Casa y apertura del Museo.
“Durante la administración municipal 2012-2015, el Concejo Municipal declaró la casa como Bien de Interés cultural, en 2014. En esta misma administración a finales del año 2015, se realizó el cambio total de la cubierta de la vivienda y en el 2017, a través de recursos del Impuesto Nacional al Consumo, INC, se ejecutaron obras de conservación, que permitieron abrir al público las puertas de la Casa Museo La Vorágine, el 31 de enero del 2018”, señala Mejía quien también es la gestora fundadora y directora del museo.
En la Casa Museo La Vorágine se pueden conocer aspectos importantes sobre la vida y obra de José Eustasio Rivera, la historia de Orocué y diferentes facetas de la vida del Llano y la Orinoquia. Además, este espacio ofrece diferentes actividades culturales y pedagógicos.
La Casa Museo, según Mejía, está dividida por varias salas como el Salón José Eustasio Rivera en donde se encuentran exhibidos los objetos y el mobiliario de la época en que el autor habitó en la casa de la familia Amézquita. También se encuentra una exposición fotográfica permanente: “La Ruta de Rivera por el Llano” que describe el camino recorrido por el escritor desde Bogotá hasta Orocué, en 1918.
Asimismo, se puede apreciar el Salón Isabel Amézquita “Chavita” el cual recrea la habitación de Chavita Amézquita, última habitante de la casa, y poseedora de la memoria oral que se tejió alrededor de la casa durante las últimas décadas, en especial los relatos e historias del paso de Rivera por Orocué. En esta sala se exhiben sus objetos personales.
Además, se encuentra el Salón de la memoria que busca mostrar al público algunos apartes de la historia de Orocué. En este lugar exhiben objetos de diferente naturaleza. La ambientación y recreación de espacios como la cocina, el costurero, el comedor, la oficina y el cuarto, buscan mostrar la cotidianidad de la vida familiar en Orocué hacia finales del siglo XIX.
“Para los orocueseños es un honor la declaratoria, porque nos exalta que José Eustasio Rivera se haya inspirado en Orocué para escribir La Vorágine. Lo más importante es que este reconocimiento no se quede en el papel y que nosotros, como comunidad y como gestores culturales, podamos presentar unos buenos proyectos para que Orocué cumpla con orgullo y con honor esta declaratoria”, concluye Carmen Julia Mejía Amezquita.
Para finalizar, la ley también establece que: “Radio y Televisión de Colombia. R.T.V.C. producirá un programa de televisión y radio, que será transmitido por el Canal Institucional, Señal Colombia, Canal del Congreso y Radiodifusora Nacional, sobre esta condición de "Patrimonio histórico y cultural" de Orocué (Casanare), destacando además los diferentes aspectos demográficos, sociales y económicos del municipio”.