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Plantas para cuerpo y alma: así es el mercado de hierbas en Bogotá

Más de 300 especies de plantas hacen parte del inventario que cerca de 300 vendedores ofrecen en la Plaza Samper Mendoza.

Más de 300 especies de plantas hacen parte del inventario que cerca de 300 vendedores ofrecen en la Plaza Samper Mendoza, ubicada en la localidad de Los Mártires, en Bogotá, en las tradicionales ventas itinerantes de las noches de lunes y jueves. Matas para los malestares de un resfriado o para el mal de amor, quizás otras para acercar el amor, la variedad de propiedades que ofrecen son para todas las necesidades del alma o el cuerpo.

Desde 1935, Bogotá empezó a consolidar su principal mercado de hierbas en el pleno corazón del centro de la capital, un sitio a donde sus habitantes acuden para aliviar alguna de sus dolencias físicas o emocionales. Inició con la construcción de cuatro graneros y un depósito para comercializar la “mercancía verde” que llegaba en trenes provenientes de Sogamoso y Barbosa.

En esa época, es decir hace 86 años, el mercado campesino era conocido como la Plaza del Nordeste. En 1956 funcionó como parqueadero de buses de transporte urbano y a partir de 1958 el terreno pasó a ser propiedad de la Empresa Distrital de Servicios Públicos (EDIS), entidad que le dio el nombre que hoy tiene: Plaza Distrital de Mercado Samper Mendoza.

Toda esa tradición está siendo estudiada por el Instituto Humboldt y el Instituto para la Economía Social (IPES) para identificar la biodiversidad que se comercializa y crear un inventario de las 80 plantas con mayor potencial para el desarrollo de nuevos productos, selección bajo criterios ecológicos, económicos, sociales y culturales. La metodología se replicará en otras 18 plazas de mercado públicas de la ciudad y, a futuro, en otras ciudades del país.

Una de las plantas es la hoja de tamal, que llegó en 2013 cuando ingresaron 60 familias de campesinos e indígenas provenientes de Coyaima, Tolima. “La Plaza Distrital de Mercado Samper Mendoza cuenta con 138 locales fijos y 40 módulos de hoja de tamal, además de una plazoleta de comidas”, informó el IPES.

El conocimiento ancestral, las historias de vida y el conocimiento científico confluyen en estos espacios. Por eso, las instituciones buscan potenciar nuevos productos, servicios y experiencias que, además, generen mayores ingresos a los vendedores, teniendo en cuenta la crisis que ha dejado la pandemia en distintos sectores de la economía. Y es que el lugar congrega saberes y personas de muchas regiones del país.

“Este convenio, que hemos dado a conocer entre los comerciantes como ‘Sembrando saberes en la Plaza Samper Mendoza’, busca aunar esfuerzos técnicos, científicos, financieros y administrativos para identificar los usos sostenibles de la biodiversidad y los saberes ancestrales, y así ayudar a la reactivación económica en las plazas de mercado distritales, empezando con la Samper Mendoza”, afirmó Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt.

El proyecto busca, además, visibilizar a la plaza como uno de los mayores tesoros bogotanos. “Con esta colaboración entre el IPES y el Instituto Humboldt, pretendemos que la Plaza Distrital de Mercado Samper Mendoza se convierta en un piloto sobre cómo la biodiversidad y el arraigo cultural permiten potenciar el turismo y el patrimonio en Bogotá. Buscaremos que los aprendizajes de este proyecto se repliquen en otras plazas de distritales”, anotó el director de esa entidad.

Catálogo

El proyecto incluye un catálogo de 80 especies mayoritariamente nativas, con información de sus usos, origen, estado de conservación y endemismos. “Estas especies serán escogidas a través de varios criterios establecidos por el Instituto Humboldt y los campesinos y comerciantes de la Samper Mendoza, un ejercicio que partirá de la investigación de todas las plantas y hierbas vendidas en este lugar”, afirmó Ana María Garrido, investigadora del Humboldt.

La investigadora manifestó que en el país se han identificado cerca de siete mil plantas catalogadas como útiles, y de esas 310 se pueden conseguir en esta plaza, 129 nativas y 181 exóticas. Además, registraron tres especies endémicas o únicas del territorio nacional: el borrachero, el guasquín y la mazorca de agua.

El borrachero, planta sagrada de varias culturas indígenas, es recomendado para tratar problemas del aparato respiratorio. El guasquín es originario de sitios entre los 1.800 y 4.000 metros sobre el nivel del mar, por eso provienen de los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Meta y Santander. Y sirve para curar la inflamación, úlceras, forúnculos y la faringitis. Y la mazorca de agua, propia de Cundinamarca, es medicina para enfermedades infecciosas.

Toda esta variedad de plantas provienen de al menos 33 municipios del país, pues de los 300 vendedores de la plaza, son 37 son nativos de Bogotá. Algunos tienen huertas urbanas y otros hacen recolecciones en los cerros orientales, los caños, ríos, potreros abandonados y jardines.

“Vamos a mirar cómo las diferentes especies que identificamos en el catálogo de plantas pueden tener un potencial en las cadenas de valor, algo que permitirá atraer nuevos clientes a la plaza en el futuro. El IPES priorizó el sector de gastronomía, por lo cual trabajaremos con diversos actores estratégicos”, añadió el director del Humboldt, Hernando García.

Dos carritos con tintos, aromáticas, arepas y empanadas, fueron los mecanismos para “llegarle” a la gente de la plaza. Los vendedores reciben una postal con su foto para identificarlos como parte de la iniciativa. Y, además, reciben una bitácora para que escriban relatos sobre su rutina en la plaza, las especies de plantas que venden y recetas de cocina o medicinales que se pueden hacer con ellas.

Todos los lunes y jueves de los próximos meses, en horas de la madrugada, los funcionarios del Humboldt y el IPES estarán en la Plaza Samper Mendoza trabajando con esos vendedores para entregar el resultado del proyecto a finales de junio.

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