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Radioperiódico: las guerras y los deportes marcaron su surgimiento en los 30

Una tragedia marcó al periodismo radial: el accidente en el que murió Carlos Gardel.
Foto: Pixabay
José David Escobar

La radio ha sido siempre informativa, pero el radioperiódico fue la primera estructura organizada que se utilizó para difundir noticias a través de boletines informativos. El tratamiento de la información era muy similar al de los periódicos escritos. De hecho, muchos radioperiódicos consistían en la lectura en voz alta de la información de la prensa escrita.

El concepto viene de los diarios hablados de España y Estados Unidos, donde los periodistas de la prensa escrita tomaban los micrófonos de las recién fundadas emisoras para transmitir a los oyentes las noticias de manera oral.

Fue a partir de las guerras y algunos eventos políticos y deportivos en la década de 1930 cuando la radio fue poco a poco imponiéndose y armando su propio equipo de periodistas. Esto porque la radio tenía la ventaja de la inmediatez y la posibilidad de transmitir de manera remota y en vivo desde el lugar de los hechos.

El Mensaje fue el nombre de uno de los primeros radioperiódicos que existieron en Colombia y se emitía en la emisora Ecos de la montaña, la cual se volvió pionera del periodismo radial en América Latina. Fue fundado por Gustavo Rodas Isaza en 1932 y por eso se lo reconoce como uno de los padres del periodismo radial en Colombia. Rodas Isaza ejercía todos los roles en el programa: era director, guionista, financiador y locutor.

En efecto, El Mensaje comenzó siendo la lectura en micrófono de las noticias que estaban en el periódico. Este fue un punto de partida para la posterior masificación y popularización de los contenidos de la prensa pues, para los años 30, Colombia tenía una tasa alta de población analfabeta y por eso el periódico impreso estaba dirigido a las clases altas y educadas.

Ahora bien, siendo que los periódicos que se leían tenían una posición política clara en un espectro bipartidista, la radio donde estos se leían también la tenía: el país y los medios de comunicación se dividían en liberales y conservadores.

No obstante, las noticias en su generalidad eran parte de la vida cotidiana. Los locutores, si bien anunciaban acontecimientos políticos y deportivos de interés nacional, leían también noticias de bodas, funerales y fiestas.

Rápidamente los dueños de los periódicos impresos percibieron una competencia desleal en la radio. Mientras ellos invertían importantes cantidades en los salarios de los periodistas y la impresión del papel periódico, la radio invertía poco, se beneficiaba de su trabajo y llegaba a más grandes audiencias.

Así, desde el Ministerio de Correos y Telégrafos y la presidencia de la República, se expidió el Decreto 627 de 1934 que prohibía a las emisoras de radio leer las noticias de la prensa en un plazo de doce horas desde que se hubiesen impreso los periódicos, a no ser que hubiese un previo acuerdo entre la emisora y el periódico.

El diario El Espectador, por ejemplo, tenía su propio radioperiódico en Bogotá donde el periodista Próspero Morales Pradilla leía las noticias del medio impreso. Esto acabó forzando a las emisoras radiales a tener un equipo propio de periodistas que hiciera noticias para la radio y, por consecuencia, un lenguaje propio para la radio.

En 1935, Gustavo Rodas Isaza ingresa a la emisora La Voz de Antioquia, la cual tenía más recursos y mejores tecnologías, y crea allí un noticiero con el mismo nombre de El Mensaje, pero con un equipo propio de radio reporteros.

Una tragedia marcó al periodismo radial

Radio Nacional de Colombia

El 24 de junio de 1935, Carlos Gardel, el máximo representante del tango en la historia, se encontraba de gira por Colombia. Tras 13 presentaciones en distintas ciudades, se dirigía a Cali como parte del itinerario, y su avión tuvo que detenerse por gasolina en el Aeródromo Las Playas de la ciudad de Medellín (ahora este es el aeropuerto Olaya Herrera). Allí le recibió una multitud de admiradores que querían, al menos, ver cómo su vuelo partía. Terrible fue su sorpresa al ver que el avión chocó en la misma pista con otro.

Uno de los espectadores del aeropuerto era Antonio Henao Gaviria, quien trabajaba en el radioperiódico El Mensaje. Tan rápido como pudo, Henao corrió a un teléfono cercano y llamó a la emisora, la cual comenzó a transmitir en vivo la llamada.

Así, Henao reportó la noticia en directo desde el lugar de los hechos, algo que solo era posible en la radio. Fue, además, la primera transmisión en cadena hecha en Colombia, pues se enlazaron a la llamada las emisoras La Voz de Antioquia, Ecos de la Montaña y Philco.

Posterior a esto se evidenció la importancia de los radioperiódicos dada su posibilidad de inmediatez. Aunque esta también les jugó una mala pasada clásica. En el afán de emitir velozmente la información, había imprecisiones porque no había mucho tiempo de verificar.

De todos modos, se sanó la rivalidad entre la prensa y la radio, pues muchas veces sucedía que las personas, tras escuchar la radio, buscaban la prensa para encontrar las imágenes de los hechos. Pronto los radioperiódicos comenzaron a evolucionar en sus formatos, crear sus propios lenguajes y se hicieron más y más comunes en las emisoras de todo el país.

Para 1940, casi todas las emisoras tenían su propio radioperiódico. Amerindia fue el radioperiódico definitivo de La Voz de Antioquia y El Mensaje el de Ecos de la Montaña. El Pregonero era el radioperiódico de la emisora Claridad, CRN el de Radio Nutibara y El Mundo el de la emisora Radio Córdoba. En el Valle del Cauca, el radioperiódico Noticias y Comentarios se emitía desde 1936 en la emisora La Voz del Valle.

El radioperiódico que por más años se emitió en el país fue Clarín, fundado por Miguel Zapata Restrepo, que funcionó entre 1958 y 2020. En sus primeras décadas fue uno de los principales generadores de opinión pública en Antioquia con altos niveles de sintonía.

Entre 1940 y 1970, Colombia atraviesa un momento de desarrollo industrial que va de la mano con la política bipartidista. Muchos medios de comunicación eran financiados por sectores políticos y empresariales y, entre sus contenidos noticiosos, clasificados y servicios sociales, incluían contenidos propagandísticos.

En las dos primeras décadas de los noticieros radiales, los medios de comunicación estaban obligados por ley a pasar por un comité gubernamental de censura de sus contenidos. Aunque el control estatal nunca fue total y siempre existieron emisoras clandestinas.

Dos importantes ejemplos son el radioperiódico Orientación, que dirigía Juvenal Betancur Cuartas, hermano del expresidente Belisario Betancur, y el radioperiódico Democracia, fundado en 1949 por el luego presidente Julio César Turbay Ayala.

Este contexto hizo que el proceso de evolución en el que ya venía la radio trajera consigo una construcción de líneas editoriales propias de las emisoras. Los radioperiódicos ahora traían consigo comentarios a las noticias de los propios locutores y tenían un lenguaje cada vez menos apegado a los libretos.

Uno de los responsables de este cambio fue el radioperiódico Contrapunto, creado por Lucas Caballero, Eduardo Caballero y Jaime Soto en la década de 1950.

Algo llamativo, según nos cuenta la investigadora Ana María Lara, es que al formato de Contrapunto se incorporan las cuñas publicitarias a la narración de noticias. Literalmente se añadían marcas a los hechos y sus personajes.

Por ejemplo, en una noticia de un robo en Bogotá, se nos contaba que las víctimas usaban prendas de la marca X, que patrocinaba el radioperiódico. Por esta época también apareció el Repórter Esso, un radioperiódico precisamente patrocinado por la petrolera estadounidense ESSO.

El radioperiódico evolucionó directamente en el noticiero radial. De este género surge el noticiero Actualidades RCN, que se transmitía por la cadena del mismo nombre, y el Noticiero Todelar de Colombia. Actualidades RCN tuvo una época de oro entre los años 1950 y 1970 y por él pasaron famosos directores y locutores como Alfonso Castellanos, Ricardo Arbeláez Posada, Juan Castillo Muñoz, Juan Caballero y Juan Harvey Caycedo.

También está el formato de Cinco reporteros y el personaje de la semana que se transmitió desde 1957 en Emisoras Nuevo Mundo por algo más de 20 años. Este programa, dirigido por Antonio Pardo García, tuvo una aspiración a ser fundamentalmente libre de sesgos políticos.

El Noticiero Todelar de Colombia es aún recordado porque lo dirigieron famosos periodistas como Gabriel Cuartas Franco, Alberto Acosta (llamado “El maestro”), Antonio Pardo García, Hipólito Hincapié y Alberto Giraldo.

Podría decirse que el radioperiódico, en la estructura original, llega a su fin cuando el periodista Yamid Amat crea en Caracol Radio el programa Noticias cada instante (Hoy conocido como 6:00 AM hoy por hoy), que es producido y consumido de manera distinta. Se trata de un modelo dinámico donde los locutores ahora conforman una mesa de trabajo y son tanto periodistas como comentaristas y conversadores.

Este formato se replicó y adaptó en muchas emisoras del país. La radio, que por esos días incluía en su programación muchos espacios dedicados a las radionovelas, cambió su naturaleza a ser fundamentalmente informativa. Esto ocurrió también por el desarrollo y popularización de la televisión a color.

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